«¿Es esto necesario? 16 años después, 16. ¿En qué cabeza cabe que vuelvan a hacer esto? ¿No han tenido suficiente? ¿No pueden dejarlos descansar, a ellos y a nosotros? A todos«, son las palabras de algunos/as de los familiares del accidente aéreo del YAK 42 en Turquía. Era el 26 de mayo de 2003, con 75 personas a bordo. El pasaje lo formaban 62 militares españoles, que regresaban a España tras cuatro meses y medio de misión en Afganistán y Kirguistán. Todos ellos fallecieron junto a doce tripulantes ucranianos y un ciudadano bielorruso. Ha sido la peor tragedia del Ejercito Español en toda su historia en tiempo de paz.
Esta redacción ha conocido la opinión de algunos de sus familiares y son claros, después de tanto sufrimiento, oscurantismo y falta aún de información sobre por qué, quién, cómo y cuándo de tantas preguntas y dudas.
RECEPCIÓN RESTOS
La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, recibe este viernes en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas los restos de posibles víctimas del Yak-42 que han sido encontrados en Turquía 16 años después del accidente que costó la vida a 62 militares españoles.
Se trata de un fémur que había sido enterrado en Turquía sin identificar y 23 tarros con restos óseos que permanecían desde el accidente aéreo almacenados en el Instituto Anatómico Forense de Estambul.
La ministra recibirá los restos de forma privada en el aeropuerto madrileño junto con el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Fernando Alejandre, el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, y el embajador turco en España, Cihad Erginay.
Los restos llegarán a Madrid en valija conducida vigilados por el agregado de Defensa de la Embajada de España en Ankara, el coronel César Gutiérrez de la Cámara, quien los entregará en el Instituto Anatómico Forense.
Todo este proceso está en manos del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, dirigido por la magistrada María Tardón, que está previsto que ordene la realización de pruebas de ADN para su identificación.