DESDE EL CENTRO DE ARTE RUPESTRE DE CANTABRIA EN PUENTE VIESGO: «TENGO UNA INMENSA FE EN CANTABRIA»
Mensaje de Navidad de la presidenta de Cantabria
22 de diciembre de 2023
Buenas tardes, Cantabria.
En mi primer mensaje de Navidad como presidenta de la comunidad autónoma, quiero enviaros un cariñoso saludo y mis mejores deseos para estas fiestas y el año 2024.
Me dirijo a vosotros desde el Centro de Arte Rupestre de Puente Viesgo que abriremos al público en los primeros días de enero para reforzar la oferta cultural vinculada a nuestro patrimonio arqueológico y paleolítico; atraer más visitantes, y generar oportunidades económicas y de empleo en la comarca pasiega y en toda Cantabria.
Lo hago desde aquí porque el arte rupestre es uno de los tesoros de nuestra tierra del que podemos y debemos sentirnos muy orgullosos.
Es una de nuestras mejores cartas de presentación. No hay un lugar en el mundo con un patrimonio de la humanidad como nuestras cuevas. Son únicas, nos hacen únicos y realzan la importancia y el atractivo internacional de nuestra región.
Estos son los grandes valores de la Cantabria subterránea y, junto a ellos, las playas, los valles, los ríos y las montañas, la Cantabria verde que cada vez es más visitada, más valorada y más querida.
Es la región que ha alcanzado unas cifras récord de ocupación turística y que atrae y atrapa por su paisaje, su patrimonio cultural, su gastronomía y hospitalidad.
Somos una tierra maravillosa, de gente valiente, luchadora y honesta.
Un pequeño territorio de la gran Europa que, desde tiempos muy remotos, ha demostrado su grandeza y capacidad, su identidad singular.
Y ahí están las páginas de la historia que dan testimonio del valor de nuestros antepasados, de su resistencia, de su afán de superación, de su progreso individual y colectivo.
Yo tengo una inmensa fe en Cantabria, la mejor región del mundo. Porque lo tenemos todo para poder ser y hacer lo que queramos, para ser la vanguardia de soluciones valientes y hacer de Cantabria una tierra líder.
2023 ha sido un año de pleno ejercicio democrático con la celebración de elecciones municipales, autonómicas y generales, que ha dado lugar en nuestra región a una nueva etapa de cambio y de diálogo para abordar los retos que tenemos planteados y hacer de Cantabria la tierra de las oportunidades que merece ser.
Los cántabros ya no somos espectadores del porvenir. Vamos a construirlo desde aquí.
Queremos estar a la cabeza del progreso y el bienestar y eso significa estar a la cabeza en generación de riqueza y empleo.
Significa recuperar la sanidad pública para que vuelva a ser de vanguardia, una educación de excelencia y un sistema puntero en investigación e innovación.
Significa fortalecer el trabajo de los ganaderos y las gentes de la mar y hacer efectiva la igualdad de oportunidades en el medio rural.
Significa una mejor atención a las personas mayores, en situación de dependencia y con discapacidad, apoyar a las familias en el nacimiento y la educación de sus hijos, en el trabajo, en la sostenibilidad económica de los hogares, y acompañar el esfuerzo de nuestros jóvenes para que puedan desarrollar su proyecto de vida en su tierra.
Esa es la Cantabria pujante, fuerte y próspera que queremos y hemos empezado a construir.
Acabamos de aprobar el Presupuesto de 2024 para poner en marcha nuestra agenda de reformas y dar el vuelco que esta región necesita, con la bajada de impuestos más ambiciosa de la historia de la comunidad.
Sin impuesto de patrimonio, que se elimina a partir del 1 de enero.
Para pagar menos IRPF en todos los tramos de la tarifa autonómica.
Menos impuestos cuando se compra una vivienda, un local o un coche de segunda mano.
Menos sucesiones, porque a partir del 1 de enero pagaremos la mitad de lo que se paga ahora en las herencias entre hermanos.
Y más ayudas para la compra de vivienda, la natalidad y la conciliación, la Cantabria en riesgo de despoblación y los sectores que peor lo están pasando por la subida de la inflación.
Para todo eso y mucho más, hemos diseñado un presupuesto con cifras récord de inversión pública, que también es un acelerador de riqueza y empleo.
Y hemos tomado decisiones para reducir las cargas burocráticas, que son una queja universal; para volver al régimen de construcción de la vivienda unifamiliar en suelo rústico, tan importante para revitalizar el medio rural; para impulsar la vivienda social, que tanto necesitan nuestros jóvenes, y nuevos proyectos tractores en carreteras, puertos, infraestructuras sanitarias, educativas, turísticas o culturales desde Castro Urdiales hasta Liébana y desde Reinosa a San Vicente de la Barquera, porque gobernamos para todos y sin sectarismo ni distinción.
También para reconstruir nuestra sanidad pública, cuidar de nuestros profesionales y reducir las insoportables listas de espera que tanto nos preocupan a todos.
Tenemos muchos retos por delante y la obligación de unir las fuerzas de Cantabria PARA lograrlos, pero no podemos hacerlo solos.
Necesitamos la colaboración del Gobierno de la Nación para afrontar nuestros déficits y amenazas: El aislamiento en materia de infraestructuras; el desamparo de nuestra industria ante el elevado coste de la energía, y la hiperprotección del lobo frente al ganadero.
Necesitamos una conexión ferroviaria con Europa; necesitamos que a Cantabria llegue el tren de alta velocidad; necesitamos modernizar los trenes de cercanías que presentan continuos problemas y necesitamos la terminal ferroviaria que dé sentido a la Pasiega como zona de expansión del Puerto de Santander.
No estamos pidiendo ser más que nadie, pero no vamos a permitir ser menos que nadie. Pedimos lo que es justo. Pedimos lo que ya tienen otras regiones de nuestro entorno.
Somos una tierra con capacidad de aportar y deseo de cooperar que siempre ha mantenido un compromiso con la Corona, la Constitución y nuestro Estatuto de Autonomía.
Y quiero renovar ese sentimiento de un pueblo comprometido con España, su unidad y su integridad territorial, desde la lealtad y el entendimiento, porque eso es lo que necesitamos en España: evitar la confrontación y la división.
Vivimos unos tiempos complicados por decisiones que están causando mucho daño y amenazan la convivencia democrática.
Como presidenta de Cantabria, no dejaré de insistir en los valores positivos y en todo lo que nos une, que es mucho más que lo que nos distancia, pero me resistiré por todos los medios a cualquier trato injusto que ponga en peligro la igualdad entre españoles y la solidaridad entre las regiones de España.
Porque no puede ser que una persona o una minoría decidan nuestro futuro y nos impongan lo que no queremos.
La celebración de estas fechas navideñas es una tradición de encuentro familiar, de celebración de la vida y del renacer de las esperanzas en un futuro mejor.
Por eso las calles y los pueblos se llenan de luces, hay regalos, nos hacemos promesas y nos deseamos un feliz año nuevo, porque queremos hacer de estos días un tiempo distinto, porque esperamos la llegada de algo bueno.
La Navidad conmemora el origen de la cultura cristiana que aprendimos desde pequeños, los valores humanos que son pilares de nuestra convivencia y el mensaje de fraternidad y solidaridad que queremos preservar y transmitir a los jóvenes.
Y qué mejor forma de celebrarlo que hacerlo en compañía, alegrándonos de estas juntos y también, cómo no, echando de menos a quienes ya no están con nosotros.
Porque la Navidad nos llena de estas emociones, de ilusión y de recuerdo y es natural que así sea.
Falta poco para quitar la última hoja del calendario de 2023 y comenzar un año nuevo, un año para el que os deseo lo mejor: salud, trabajo, amor y un poquito más de buena suerte.
Sé que no hay nada que todos juntos no podamos hacer realidad.
Feliz Navidad y un mejor 2024.