Después de salvar los obstáculos que ha dejado el coronavirus, los pescadores de atunes se enfrentan a un nuevo enemigo: el alga invasora que ha estado desaparecia por un periodo de 35 años y regresa ahora al sur de España.
Esta temporada de la almadraba de Zahara de los Atunes, Tarifa y Conil, en el sur de España, está en jaque por una proliferación desmedida del alga asiática que no habían visto en 35 años.
Esta especie está provocando graves deterioros y roturas en las redes y otros materiales para la captura del atún rojo salvaje.
«El problema es que se adhieren a la red, comienzan a crecer allí y construyen una cortina, un muro bajo el agua. Y el peso y la tensión comienzan a romper las redes. Aparte de eso, el atún es un pez que busca aguas claras, así que al ver esa oscuridad, huyen de la red, no entran. Es mucho más difícil para nosotros meterlos en el «copo», explica el buzo Diego Pezzi.
La Organización de Productores Pesqueros se queja de que este arte de pesca sostenible y trimilenario no está incluido en las ayudas europeas.
Los biólogos han empezado a buscar soluciones después de que ya el año pasado no pudieran terminar la temporada, dejando la cuota de atún sin pescar, por la invasión de estas algas.
Fuente: euronews.com