El vicepresidente de Cantabria, el socialista Pablo Zuloaga, ha explicado que en la «reunión de trabajo» celebrada el pasado 3 de diciembre en la Filmoteca regional con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, comieron once personas pero ha negado que se incumplieran las medidas sanitarias que están en vigor en la comunidad autónoma por el COVID-19.
Así lo ha indicado Zuloaga en su respuesta en el Pleno del Parlamento regional a las preguntas formuladas por el PP en relación a esta comida, que el vicepresidente regional ha vuelto a enmarcar en esta «reunión de trabajo», en la que, según ha dicho, no resultaba aplicable la limitación a 6 personas que establece el Decreto 3/2020, del 26 de octubre, sino que se trataba de un supuesto que entra dentro de las «excepciones».
El vicepresidente regional ha detallado que en esa «reunión de trabajo» con Illa, en la que se sirvió un catering encargado a una empresa de hostelería de Cantabria, estuvieron presentes «miembros de las instituciones cántabras» y del Gobierno de España, aunque sin concretar quiénes, algo que le ha reprochado el PP, que cree que los cántabros tienen «derecho a saberlo».
Además, ha explicado que la comida se sirvió en una sala de la Filmoteca de más de 130 metros cuadrados, con ventilación «constante» y en la que se habilitaron dos mesas, una para un grupo de 5 personas y otra para uno de 6.
También ha indicado que las personas que participaron en la comida guardaron la distancia interpersonal requerida.
Según ha explicado Zuloaga, de ese catering también comieron personal encargado de la seguridad del ministro, quienes –ha precisado– no participaron en la reunión.
En relación al lugar elegido para celebrar esta reunión de trabajo con comida, el vicepresidente regional y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte ha defendido que la Filmoteca no solo es una sala de proyecciones sino «un espacio de trabajo» del Gobierno regional que cuenta con salas de reuniones, despacho y una gran sala multiusos.
«EL MINISTRO VINO A CANTABRIA A TRABAJAR, NO A COMER»
Además, Zuloaga ha asegurado que el ministro de Sanidad acudió a Cantabria el pasado día 3 «a trabajar» y «no vino a comer». De hecho, el vicepresidente regional ha explicado que la «jornada de trabajo» de Illa se desarrolló desde las 9.00 horas hasta las 19.00, incluyendo las «reunión de trabajo» de dos horas en la Filmoteca, en la que se sirvió esta comida.
El vicepresidente regional, que ha insistido que, a lo largo de toda la jornada, se incumplieron de forma «rigurosa» todas las medidas sanitarias, ha explicado que en la reunión en la Filmoteca se trataron «temas de vital importancia» para Cantabria y sus ciudadanos y para el personal sanitario.
Así, el vicepresidente regional ha detallado que, entre los temas que se tocaron, estuvo el plan de vacunación frente al COVID-19 y su implementación en la comunidad.
De esta forma, Zuloaga ha explicado que el consejero de Sanidad, el también socialista Miguel Rodríguez, y su equipo pudieron conocer «de primera mano» y «de boca» del ministro las iniciativas que «han de implementarse el Servicio Cántabro de Salud para afrontar el reto histórico que supone una campaña de vacunación a gran escala y en corto espacio de tiempo».
«Puede estar tranquilo, todas las premisas que planteó el ministro, Cantabria las cumple y seremos ejemplares en la aplicación de la vacuna», ha afirmado el vicepresidente regional, quien, además, añadió que en la reunión en la Filmoteca con Illa se habló también del proyecto para implantar la terapia de protones en Valdecilla para el abordaje del cáncer o la viabilidad de crear un centro de inmunología nacional vinculado al IDIVAL.
También, según Zuloaga, se habló de la transferencia por parte del Gobierno de España a Cantabria de los 44 millones por las obras de Valdecilla; del contrato-público privado del hospital que está en vigor y que fue «forzado» por el Gobierno del PP y la «nefasta gestión» de los ‘populares’ en relación al mismo.
«Nada de esto les importa», ha reprochado Zuloaga al PP, al que ha acusado de aplicar la máxima del «difama que algo queda» y ha instado a sus miembros a «leer el BOC».
PP: «ZULOAGA LO HA PUESTO PEOR»
Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario popular, Íñigo Fernández, cree que Zuloaga, con sus explicaciones, «lo ha puesto peor» y ha criticado que, en lugar salir a la tribuna a pedir «disculpas» persista en sus justificaciones.
Fernández ha insistido en que lo que tuvo lugar no fue una comida de trabajo del Gobierno con el ministro, sino una «comida privada», «del PSOE», en un lugar público como la Filmoteca, «a costa» de los cántabros celebrada en un momento en el que, además, el Gobierno regional tiene prohibido consumir en el interior de los locales de hostelería y en la que, según ha dicho, incumplieron todas las normas «habidas y por haber».
El portavoz del PP ha opinado que «no había nada más innecesario» que esta comida, la cual, a su juicio, supone una «ofensa» al conjunto de los cántabros y un «insulto» a los hosteleros. «No me habla la gente de otra cosa», ha dicho el diputado popular, que ha insistido en que lo ocurrido fue un «escándalo».
De hecho, Fernández cree que este suceso va a «perseguir» a Zuloaga –que fue el promotor de la visita de Illa, según él mismo ha reconocido–, porque los cántabros «no se lo van a perdonar».
En este sentido, ha propuesto de forma irónica a Zuloaga a habilitar un bar en la Filmoteca ya que, según ha dicho, puede que mientras siga en el cargo «no va a tener otro bar al que ir» o ceder su uso a los cántabros para que vayan a celebrar un bautizo o una comunión.
También Fernández se ha quejado de que Zuloaga no haya detallado quiénes participaron exactamente en la comida, aunque ha insistido que, por la información que tiene, solo hubo miembros de una parte del Gobierno –del PSOE– y algunos de sus integrantes eran diputados socialistas que no forman parte del Ejecutivo. Además, ha avanzado que le volverá a preguntar por esta comida en siguientes sesiones plenarias.
Además, se ha preguntado si hay «algo más sangrante» que quien impone una restricción y «prohíbe a otros trabajar», lo incumpla, algo que Zuloaga ha negado y ha afirmado que «nadie se escapa a las medidas de Salud Pública, ni siquiera un ministro», ha afirmado.
Zuloaga ha afirmado que, aplicando el mismo criterio, que defiende el PP a la hora de denunciar incumplimientos de las medidas sanitarias, también se podría entender que los diputados del PP no cumplen las normas cuando en la tribuna del Parlamento –un espacio cerrado y con poca ventilación– se quitan la mascarilla para intervenir, o cuando el presidente del PP a nivel nacional, Pablo Casado, y el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Nuñez Feijoó se dan «abrazos» en lugares cerrados.