Cantabria adelanta el toque de queda a las 22:00 horas a partir de este sábado, día 14 de noviembre, y el cierre de los establecimientos no esenciales a las 21:30 para tratar de frenar el incremento de contagios por Covid-19, que en estos momentos coloca a la Comunidad Autónoma en una «situación angustiosa», según ha reconocido hoy el presidente regional, Miguel Ángel Revilla.
Revilla, que ha comparecido en rueda de prensa junto con el vicepresidente, Pablo Zuloaga, y el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha defendido que estas nuevas medidas, que se publicarán en las próximas horas en el Boletín Oficial, persiguen el mismo objetivo que todas las anteriores: «Preservar la salud de los cántabros, que es una absoluta prioridad».
En relación al toque de queda, que quedará fijado de 22:00 a 6:00 horas desde el sábado, ha explicado que se mantendrá en tanto la situación sanitaria lo requiera.
Y con respecto al adelanto del horario de cierre de los establecimientos no esenciales, ha dicho que es una medida adoptada como consecuencia de la primera para, con ese margen de 30 minutos, posibilitar a los clientes y trabajadores de estos negocios retornar a sus domicilios y respetar la restricción horaria de movilidad.
Por otro lado, ha vuelto a hacer un llamamiento a la responsabilidad ciudadana -«nosotros somos el único antiviral que hay hasta que aparezca la vacuna»- y ha garantizado que el Gobierno de Cantabria «sabrá estar a la altura de las circunstancias» para ayudar a los sectores más perjudicados por las restricciones.
En este sentido, ha recordado que el Ejecutivo ha autorizado ya una partida inicial de 10 millones de euros y que llegará «hasta el máximo para no dejar tirada a la gente», sin perjuicio de los recursos que pueda poner a disposición el Gobierno de España para tal fin.
Mención especial ha hecho a la hostelería, hacia la que ha mostrado su «sensibilidad» y comprensión, pero donde se sitúa uno de los principales focos de contagio (desde el 1 de septiembre han causado baja laboral 844 trabajadores de este sector). Revilla ha reivindicado la defensa personal que siempre ha realizado de esta actividad y algunas de las decisiones que tomó Cantabria en el mes de junio para favorecer su negocio, como el adelanto en un día de la movilidad con Euskadi o la campaña de promoción en toda España.
«Se hizo porque pensábamos que era bueno y salió bien», ha apostillado.
Consciente de la preocupación que representa para muchos empresarios la proximidad de las Navidades, el presidente confía en que estas decisiones contribuyan a «aplanar la curva» y se pueda nuevamente «abrir la mano». Además, ha valorado positivamente las noticias relacionadas con la aparición de las primeras vacunas y espera retornar a una «cierta normalidad» el próximo verano.
«Tenemos que hacerlo, que nadie entienda que se toman estas medidas por otra razón que no sea la de preservar la salud de los ciudadanos. Hemos sido de las comunidades autónomas más flexibles, intentado conciliar economía y salud, y siguiendo en todo momento los informes sanitarios», ha enfatizado Revilla.
Reconocimiento a los profesionales sanitarios y nuevos espacios Covid
Tras hacer un repaso de la situación sanitaria de Cantabria, que tiene en estos momentos cerca de 3.400 casos activos, 35 personas en UCIs y casi 200 hospitalizados, el presidente ha hecho nuevamente un reconocimiento público a los profesionales de la sanidad cántabra, especialmente a los que trabajan en las unidades de cuidados críticos.
Con los datos en la mano, ha reiterado que Cantabria no está en estos momentos entre las comunidades que presentan el escenario más preocupante. Sin embargo, ha añadido que la evolución de la curva de contagios en las últimas jornadas, con entre 200 y 300 casos por día, obliga a tomar medidas para evitar el colapso hospitalario y poder seguir atendiendo otro tipo de patologías de los ciudadanos.
Medidas que, por otro lado, van en la línea de las recomendaciones de organismos como la Organización Mundial de Salud y por las que también están optando otras comunidades españoles y países de Europa. De hecho, en este momento son siete las comunidades autónomas españolas que ya han decretado el cierre total de la hostelería, entre ellas las limítrofes con Cantabria.
«No vamos a estar todos equivocados», ha respondido Revilla a los críticos que cuestionan la oportunidad de las restricciones.
El vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, también ha hecho un reconocimiento al personal sanitario para atender a un ritmo de 100 ingresos por semana por Covid, y ha señalado que la decisión anunciada hoy es «necesaria» y está «avalada» por la incidencia de los contagios en la Comunidad Autónoma.
Zuloaga ha destacado el esfuerzo de planificación y recursos que el Gobierno está haciendo para atender los casos Covid-19, con la apertura en las dos últimas semanas de dos nuevas plantas en Valdecilla con 40 plazas cada una, y la puesta en marcha mañana de un nuevo espacio en las UCI de Valdecilla para 16 pacientes más, entre otras medidas. «La situación nos ocupa y nos preocupa», ha dicho el vicepresidente, que también ha apelado a la concienciación ciudadana para frenar el avance de la pandemia.