23/11/2024

nada personal, solo información

Teniente Hernando (militar rastreador): «Que a nadie le quepa duda que los militares siempre estaremos ahí donde se nos necesite»

REGIMIENTO DE ARTILLERÍA DE CAMPAÑA NÚMERO 11 DE CASTRILLO DEL VAL (BURGOS).

Desde la Base militar “Cid Campeador”, situada en Castrillo del Val (Burgos), la Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVe), al Mando del Capitán Félix J. Medina Matesanz, del Grupo de Artillería de Campaña I/11 realiza tareas de rastreo y vigilancia epidemiológica en apoyo a la UVe de Cantabria. De lunes a domingo, desde las ocho de la mañana, una veintena de militares se encuentran realizando labores de rastreo en la Comunidad cántabra.

Para adquirir los conocimientos necesarios para ser rastreadores, los artilleros del Grupo de Artillería de Campaña I/11 de Burgos, han tenido que realizar una carrera contrarreloj para estar correctamente formados. Para ello, la Unidad Militar de Emergencias (UME), ha impartido una serie de conferencias para hacer el trasvase de conocimientos necesarios, así como del personal de la Consejería de Sanidad de Cantabria que se desplazó hasta la localidad burgalesa para poner a punto los protocolos y procedimientos a utilizar por parte de los militares.

Desde que la Unidad asumió la autoridad de coordinación, la UVe militar ha llevado a cabo más de 500 rastreos en la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Al inicio de la jornada, la sargento Mª del Carmen Ramírez del Águila recuerda los protocolos de rastreo y cómo deben recabar la información de los casos y contactos.

Desde el puesto de mando de la Sección de Vigilancia Epidemiológica (SVe), el teniente Víctor González se pone en contacto con la Consejería de sanidad solicitando los casos a rastrear. Una vez recabada la información, se distribuyen los cometidos a los pelotones y se procede a iniciar el rastreo tanto de los casos como de sus contactos.

Ejemplo: El rastreador militar llama a un nuevo caso confirmado para informarle de que el resultado de su prueba PCR ha sido positivo, “En muchas ocasiones las personas se asustan cuando reciben el resultado positivo de la prueba PCR”, cuenta el artillero Óscar Márquez, “Enseguida se tranquilizan y nos ayudan a recabar información sobre sus contactos. Es muy importante que nos faciliten el máximo de información para poder decidir quiénes son sus contactos estrechos”.

Ejemplo: El soldado Isidro Oblanca introduce los datos recabados en la aplicación GO-DATA. “Con esta herramienta utilizada por parte de la Consejería de Sanidad Cántabra , podemos cooperar de una forma muy efectiva” resalta el artillero.

Durante los contactos con los ciudadanos, no solo se informa del resultado en la prueba PCR, también de qué medidas de distanciamiento social y de higiene deben adoptar, así como de los períodos de aislamiento o cuarentena que deben respetar. La UVe militar también lleva a cabo el estudio y análisis de los posibles contactos de cada uno de los casos positivos en COVID-19, determinando cuáles de ellos son contactos estrechos. Bajo las directrices dadas por la Consejería de Sanidad, los rastreadores militares solicitan fecha para la realización de la prueba PCR a aquellas personas que, tras su evaluación, han sido catalogadas como contactos estrechos de un caso positivo.

“Que a nadie le quepa duda que los militares siempre estaremos ahí donde se nos necesite, sea en las calles, como ocurrió durante la Operación Balmis, o al teléfono, como se está realizando actualmente con la Operación Baluarte, apunta el teniente Hernando, jefe de la segunda SVe, quién agradece enormemente la amabilidad y la colaboración mostrada por el pueblo cántabro”.
En apoyo a la UVe cántabra, los rastreadores del Ejército de Tierra trabajan sin cesar en las labores de rastreo y vigilancia epidemiológica. Todos ellos son voluntarios y realizan su misión con tesón y responsabilidad con el orgullo de saber que la población española puede contar con su Ejército en la lucha contra la pandemia.

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