La empresa española TAUROEMOCIÓN, comandada por el turolense Alberto García regirá durante los próximos tres años los destinos taurinos de la colombiana plaza de Cañaveralejo en Cali –Colombia-. Es la primera vez que una empresa no colombiana organiza una feria tan importante como la de la ciudad vallecaucana.
La feria de Cali, llegó a ser considerada como la feria más importante de América, desde el año 1957 fecha de inauguración de la actual plaza de Cañaveralejo – anteriormente hubo otras- hasta que la crisis económica de hace ocho-diez años , amén de otros factores se llevó por delante si no la feria en su totalidad, sí la condición de importante.
Esta plaza, que como decimos se inauguró en 1957 con un cartel formado por Joselillo de Colombia, Gregorio Sánchez y Joaquín Bernadó, con toros colombianos de Clara Sierra, ha acogido a las principales figuras del toreo tanto colombianos como franceses y fundamentalmente españoles, base de todos los carteles. La demanda de localidades era tal que hubo que inventarse la “feria de luces”, que no era otra cosa sino dar corridas de toros también por la noche. Esta feria de noche no era menos importante que la principal, en la que se agotaba la boletería, ya que se anunciaban los mismos matadores y ganaderías que en la feria de tarde
Los Paco Camino, El Viti, Diego Puerta, Gregorio Sánchez, Joaquín Bernadó, Pepe Luis Vázquez, Andrés Vázquez, El Litri, Julio Aparicio, El Cali, El Cordobés, Palomo Linares, Jaime Ostos, Mondeño, Dámaso González, Esplá Pepe Cáceres, El Puno, Ortega Cano, César Rincón, Jesulín de Ubrique, Enrique Ponce, el Califa, Vicente Barrera, Morante, Miguel Abellán, Talavante, El Juli, Manuel Díaz “El Cordobés”, Sebastián Castella, Luis Bolívar, Guerrita Chico,….en fin, no podemos incluir aquí la totalidad de figuras que figuraban en la nómina taurina de la feria caleña.
Siempre, por convenio, debía figurar en cada cartel un torero colombiano y dos no nacionales, puestos que casi siempre ocupaban dos toreros españoles, y en ocasiones por peruano y/o francés. La feria constaba de entre 8 y 10 festejos por la tarde y seis u ocho por la noche.
Otra característica importante es que los abonos se ponían- o se ponen-a la venta en febrero para que los abonados pudieran pagarlos a plazos, y por supuesto sin saber los carteles que se iban a anunciar, por lo que a diferencia con España, en caso de que algún torero se cayera del cartel, no había derecho a devolución del importe de la entrada. Falta decir que la feria de Cali se celebra a final de diciembre, coincidiendo con Navidad y los primeros días de enero.
La feria en sus mejores años estuvo gestionada por la Sociedad Anónima Plaza de Toros de Cali, quien firmó un convenio con la Fundación Plaza de Toros para organizar los sucesivos festejos.
Fueron como decimos años de esplendor, hasta que la misma Junta directiva que la elevó, la dejó sumida en la más profunda oscuridad. Los gestores, ganaderos a la sazón, como fueron los Dres. Eduardo Estela y Luis Fernando de Castro– ganaderos de Puerta de Hierro y Guachicono, respectivamente- capitanearon una Junta Directiva a la que pudieron los acontecimientos.
Estos gestores fueron obligados a abandonar por el gobernador del Valle del Cauca, a la postre propietarios de la instalación y se concedió la gestión durante tres años a la empresa externa PROMOTOREANDO, formada por el ganadero bogotano Juan Bernardo Caicedo y el diestro mexicano Alejandro Martínez quienes renunciaron tras dos años , al último que les quedaba de contrato.
Ahora, este coso de 18.000 espectadores con unas envidiables instalaciones y una gran escuela taurina funcionando desde 1991 estará gobernado durante las próximas tres temporadas por TAUROEMOCIÓN, una empresa de garantía y con una experiencia a pesar de su juventud, responsable. En España gestionan con éxito las plazas de Burgos, Jaén , Cáceres, Ávila y Vistalegre en Madrid, además de otras muchas de menor rango. Son asimismo apoderados de Emilio de Justo, Rubén Pinar, Joselito Adame, el Cordobés , la rejoneadora Ana Rita, y el novillero francés El Rafi
Sólo nos queda desear a Alberto y su equipo mucho acierto en su gestión y que sean capaces de devolver a Cali la importancia que siempre tuvo como la primera plaza de América. Ganas, ilusión y saber hacer no les van a faltar y el público colombiano seguro ha de responder al trabajo bien hecho. Han de devolver la ilusión a la importante afición caleña que resucitará el viejo dicho olvidado en Cali, de “sin toros no hay feria”. Fdo.: Cañaveralejo