El Museo Marítimo del Cantábrico (MMC) ha reincorporado este sábado al mar ocho rayas onduladas descendientes de progenitores procedentes del Cantábrico. Un total de 32 ejemplares de esta especie procedentes del Oceanográfic de Valencia fueron enviadas el pasado 15 de marzo al MMC, donde se ha iniciado un proyecto de cría de esta especie calificada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Este sábado se han soltado ocho a las aguas de la bahía de Santander, y las 14 restantes hasta alcanzar la cifra de 22 se han ido liberando progresivamente una vez superada la preceptiva cuarentena sanitaria y aclimatación medioambiental, mientras que otros 10 ejemplares permanecerán en los acuarios del MMC en un proyecto de cría y desarrollo de juveniles. Estas ocho rayas van marcadas con un código numérico que permite realizar un seguimiento de cada individuo y que determina el sexo, tamaño y peso, permitiendo, de este modo, conocer por dónde se han movido.
Esta suelta se ha incluido en el programa de actividades de educación ambiental del MMC dirigido a niños, que son quienes han protagonizado esta reintegración al mar de los ejemplares portando las cajas hasta la orilla. En el acto ha participado el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, que ha resaltado que el apoyo al Museo Marítimo constituye un «activo constante» para el Gobierno cántabro y ha puesto en valor los 40 años de historia que avalan la labor de preservación, conservación y divulgación de esta institución. El vicepresidente ha incidido en la necesidad de concienciar a las futuras generación sobre el cuidado de los océanos, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y ha subrayado la importancia de las colaboraciones interinstitucionales, como en este caso, alentando al MMC a seguir con esta labor.
Zuloaga se ha referido al MMC como un «activo cultural y turístico que busca preservar el medio ambiente» y ha destacado su labor de divulgación que ha calificado de «excepcional», lo que le ha convertido en el museo más visitado de Cantabria, deseando que la celebración de sus 40 años de historia traiga «muchísimos más» en el futuro. En el acto también han estado presentes la directora de Acción Cultural, Gema Agudo y el director del Museo Marítimo del Cantábrico, Gerardo Castrillo.
EJEMPLARES GENÉTICAMENTE GRUPALES
La colaboración entre el Museo Marítimo del Cantábrico y el Oceanográfic de Valencia ha permitido esta acción conservacionista que se ha adoptado tras valorar las ventajas del traslado y el punto de integración, dado que, entre otras razones, todos los huevos procedían de animales del Cantábrico, y son, por tanto, genéticamente grupales con las poblaciones locales. Estas rayas se han criado satisfactoriamente en las instalaciones del Oceanogràfic de Valencia, el acuario más grande de Europa, donde se llevan a cabo importantes proyectos de investigación y conservación. Los ejemplares tienen en este momento pesos que oscilan entre los 400 gramos y los dos kilos, con una longitud de disco que va de 40 a 60 centímetros.
Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto para modernizar, acercar más al público y avanzar en el potencial investigador del Museo Marítimo del Cantábrico, que este año celebra su 40 aniversario. Así, están previstos más de 750.000 euros de inversión para la rehabilitación de la tercera planta del edificio y la construcción de un medusario, un nuevo laboratorio de cría y la puesta en marcha de un proyecto de repoblamiento de la planta acuática zostera.