Se confirman las sospechas de la Fundación Franz Weber sobre la utilidad del Comité de Expertos creado hace 3 meses en el seno del Consejo de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Santander para evaluar el futuro del minizoo, con cero avances y siendo calificado como “paripé” por el veterinario David Perpiñán, miembro del comité.
Este experto en zoos hizo público un informe el pasado mes de Julio en el que alertaba cuestiones como el funcionamiento del parque durante doce años de forma irregular, la carencia de las instalaciones para garantizar el mínimo bienestar de los pingüinos, focas y leones marinos, y su conclusión sobre la necesidad de cerrar este recinto.
Tres meses después de la creación del Comité de Expertos, Perpiñán denuncia en sendas cartas abiertas remitidas a la Alcaldesa, Gema Igual (PP), y al edil de Urbanismo, Javier Ceruti (Cs), que el trabajo y actividad del grupo es inexistente.
Según Perpiñán el único logro de la creación del comité por parte de la Alcaldesa es haber engañado al grupo municipal de Ciudadanos para que vote en contra del cierre de la instalación, recordando que Javier Ceruti emitió el voto en esa línea argumentando que el grupo de expertos tenía como misión proponer los cambios necesarios.
Nula actividad.
Perpiñán denuncia en su carta una serie de irregularidades en el manejo del grupo de expertos, a la vez que explica que la actividad del mismo ha sido baja o casi nula, con pocos intercambios de e-mails y sin respuesta técnica a la única propuesta hasta el momento sobre la mesa, firmada por él mismo y apuntando al cierre.
En primer lugar denuncia la lamentable actitud de algún miembro, añadido a posteriori en el grupo de trabajo, que “solo se ha pronunciado para intentar desacreditar el trabajo científico e informativo que algunos de nosotros hemos realizado durante años.”
Este veterinario se dirige a Ceruti, también como responsable de Transparencia, alertando que “se ha pedido en diversas ocasiones las historias clínicas de los animales y todavía sigo esperando a que se me comparta esa información. Tampoco el ayuntamiento ha ofrecido ninguna actualización de algunos cambios que se han realizado en el zoo”.
La Fundación Franz Weber ha lamentado el papel meramente testimonial del grupo de expertos, con presencia de personas que tienen o han tenido relación onerosa con la gestión del minizoo y que incurren por tanto en conflictos de intereses. Para el Portavoz de la ONG, Rubén Pérez, “el grupo de expertos fue una estrategia de distracción para ganar tiempo en unas fechas donde hasta la prensa internacional se hacía eco del estado denigrante de los animales en Santander”. A la vez, mantiene que “el Ayuntamiento nunca demostró intención real de apoyarse en ese grupo para cambiar las cosas sino al contrario, fue su estrategia para evitar los cambios verdaderos”.
Miles de firmas avalan el cierre.
La muerte de dos leones marinos en lo que va de año, la aparición de algas en la piel de las focas y otras circunstancias, como la falta de personal especializado, hacen inevitable un cierre del minizoo y su reconversión paulatina en otro tipo de equipamiento público, recordando además lo “agresivo” de su construcción en una península que debería tener protección ambiental.
En este sentido señalan que más de 30.000 firmas en la principal petición en la plataforma Change.org, a la que se suman otras ocho que suman más de dos millares en el mismo sitio web, y los grupos municipales de Unidas por Santander, el Partido Regionalista y el PSOE, son algunos de los apoyos que reclaman cambios profundos en el minizoo, mientras el Partido Popular y Ciudadanos se ponen de perfil.
Imagen de archivo.