El coordinador de Ciudadanos (Cs) en Cantabria, Félix Álvarez, ha criticado este jueves que el ‘semáforo’ Covid establecido por la Consejería de Sanidad para clasificar a los municipios según su nivel de alerta (del 1 al 4) «sólo ha servido» para que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, «se lave la cara ante los hosteleros» y Cantabria «haga el ridículo más asombroso». En rueda de prensa, Álvarez se ha mostrado convencido de que el «cambio de rumbo» en la política sanitaria mantenida hasta ahora por el Gobierno PRC-PSOE se debe a «la presión» ejercida por el sector de la hostelería, ya que en su opinión si fuera por el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, «todos estaríamos confinados en nuestras casas hasta conseguir la inmunidad de rebaño».
El coordinador de Cs ha defendido la necesidad de que en Cantabria, al igual que ocurre en otras comunidades autónomas, se aplique una normativa que, en lugar de proceder al cierre del interior de la hostelería en función de los datos epidemiológicos, «juega con el aforo y los horarios» hasta recuperar el control de las cifras de contagios.
Por ello, ha pedido al Ejecutivo regional que «si no sabe hacer las cosas, copie a otras comunidades, como Navarra, Andalucía o Castilla-León». También ha sostenido que «lo más coherente» es cerrar perimetralmente los municipios en caso de que la epidemia «se desboque», como se hizo en su día con Santoña; barrios en concreto, como La Inmobiliaria de Torrelavega, o incluso edificios, algo que ya ocurrió el pasado verano en Santander, en la calle Nicolás Salmerón. «¿Alguien encuentra sentido a toda esta barbaridad del semáforo covid?», se ha preguntado Álvarez, que ha puesto varios ejemplos del «caos» que a su juicio supone la nueva normativa.
Así, ha señalado que si un municipio alcanza el nivel 3 y la hostelería se ve obligada a cerrar el interior, los vecinos pueden irse al municipio de al lado, que está en nivel 2, a comer «tranquilamente» dentro de un establecimiento, «porque no se pueden restringir los movimientos de los ciudadanos ni imponer el toque de queda». Una situación, ha continuado, que se extiende a los comercios, el deporte o la cultura. Por ello, se ha preguntado si «hay alguien en el Gobierno de Cantabria que, antes de tomar este tipo de decisiones, piense en las circunstancias que nos han traído hasta aquí y valore las repercusiones que esto puede tener».
Al respecto, ha lamentado la «incertidumbre» a la que se ven condenados los negocios, toda vez que tengan que sacar empleados de un ERTE o comprar género para reabrir los interiores, «cuando desconocen si a la semana siguiente les van a volver a cerrar». Asimismo, ha calificado de «barbaridad» que los clientes de la hostelería solo puedan acceder a los negocios hasta las 22.30 horas, «pero al finalizar, por ejemplo, una cena de amigos, puedan irse al domicilio de uno de ellos hasta la hora que consideren».
Por último, Álvarez ha criticado al presidente del Gobierno de España, al que se ha referido como «Pedro Poncio Pilatos Sánchez», por haber «abdicado» de su responsabilidad y haya sumido a los españoles en el «caos jurídico».