La alcaldesa, Gema Igual, junto a otros ediles de la Corporación, ha asistido hoy a la misa que se ha celebrado en la catedral de Santander, presidida por el obispo, Manuel Sánchez Monge, con motivo de la festividad de los Santos Mártires, patronos de la ciudad.
Tras la celebración religiosa, los integrantes de Coros y Danzas de Santander, ataviados con los trajes regionales, han desplegado los coloridos arcos típicos del folclore regional y han desfilado por el centro de la ciudad hasta terminar en la Plaza de Atarazanas, donde han ofrecido un espectáculo de música y baile tradicional.
La regidora también asistió ayer a la procesión del traslado de las reliquias desde la parroquia del Cristo a la Catedral, en un rito tradicional dentro de la liturgia que conmemora la veneración de Santander a San Emeterio y San Celedonio. En este sentido, ha recordado que, durante el pasado fin de semana, numerosos ciudadanos y visitantes disfrutaron con el mercado romano instalado en la calle Burgos, Plaza Juan Carlos I y Alameda de Oviedo, que contó con más de 100 puestos de diferentes temáticas, desde artesanía a alimentación, pasando por juguetes o restauración, y que desarrolló diversas actividades entre talleres infantiles y espectáculos.
Del mismo modo, ayer por la noche hubo un espectáculo de fuegos artificiales que se lanzaron desde la segunda playa de El Sardinero, que contó con una asistencia multitudinaria y que se completó con una macrodiscoteca.
Asimismo, ha animado a vecinos y turistas a participar del fin de fiesta que será en La Porticada y estará protagonizado por el grupo local que estuvo de telonero en el concierto del Loquillo, ‘Maneras de vivir’, a partir de las 22.00 horas.
San Emeterio y San Celedonio
San Emeterio y San Celedonio, martirizados durante la persecución de Diocleciano por abandonar las legiones romanas y convertirse al Cristianismo son patronos de Santander desde el año 1791. Sus reliquias llegaron a Cantabria en la Alta Edad Media procedentes de Calahorra (La Rioja), para protegerlas de las invasiones árabes, y se conservaron en un monasterio ubicado en el Cerro de Somorrostro, donde hoy se levanta la Catedral.
La llegada de las reliquias, que en la actualidad se conservan en la iglesia del Santísimo Cristo, dio lugar al crecimiento de un núcleo de población en torno al antiguo monasterio que recibió el nombre de villa de San Emeterio, del que, según algunos historiadores, procedería el actual nombre de Santander.
Con el paso de los años fue forjándose también la leyenda de que las cabezas de los dos hermanos mártires, decapitados por su conversión al Cristianismo fueron arrojadas al río Ebro y recorrieron todo el litoral de la Península Ibérica hasta llegar a la costa cántabra, entrar por la isla de la Horadada y alcanzar el Cerro de Somorrostro, al que llegaban en aquella época las aguas del Cantábrico.
Desde su declaración como patronos de la ciudad y de la Diócesis por el papa Pío VI, cada 29 de agosto las reliquias salen en procesión desde la iglesia del Santísimo Cristo hasta la Catedral, donde quedan expuestas hasta el día siguiente, cuando se celebra la misa mayor en honor de San Emeterio y San Celedonio.