La sorpresa constante no sorprende y encima deja de ser sorpresa. A más 3.500 kms de distancia se encontró la titular de la cartera de Exteriores, Arancha González Laya, con la noticia de que el todavía presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, antes de irse de la White House, quiso hacer dos regalitos, tener un par de detalles. Apoyar a su ‘amigo’ el rey de Marruecos Mohamed VI, y tener un detalle con España. Pues a nuestra titular de Exteriores le pilló fuera de juego y eso no puede suceder y menos con un país con quien tenemos frontera. Que Estados Unidos reconozca la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental es un golpe político en la línea de flotación de la política exterior española. España hace tiempo que adolece de alguien que explique tanta dejadez en política exterior. Francia, Marruecos y Portugal nos están ‘pasando por encima’ así de claro, en un aspecto, otrora, innato a España. De forma histórica hemos marcado pautas en otras épocas y en la etapa moderna. Sin ir más lejos, a nuestra responsable de Exteriores le tuvieron que recordar el papel de España, y de Madrid en concreto, en 1991 con la Conferencia de Paz que durando tan solo tres días, fue el primer paso de concordia mundial tras la I Guerra del Golfo. Esa función de política exterior, ese trabajo internacional hace tiempo que España no lo desempeña. Y nuestros vecinos del Oeste, del Norte y del Sur, nos están dando un repaso por el tamiz, finamente, pero con resultados adversos a nuestros intereses.
Sin entrar en, de forma irónica minucias, Portugal y Marruecos en aguas territoriales internacionales han conseguido y están consiguiendo que nuestra piel de toro mengüe, pierda espacio.
Si nos centramos en Marruecos, España ha cambiado la sintonía. El primer viaje internacional de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España se realizó a la capital francesa junio de 2018. Fue su estreno en política internacional y al comienzo de la actual legislatura también fue a París. Se ha roto una tradición que no es ningún tipo de capricho y obedece a una convivencia de vecindad difícil, porque históricamente la relación con Marruecos no ha sido fácil por motivos obvios. Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy viajaron a Marruecos en su primera visita oficial como presidentes. Pedro Sánchez fue a París. Recientemente, España y Marruecos han anunciado mediante un comunicado conjunto el aplazamiento a febrero de 2021 de la reunión bilateral de ambos países. Pero por medio de esta reunión, quien ha movido ficha, quien ha actuado ha sido el Rey de Marruecos con ese reconocimiento de Trump. Para la reunión de febrero el Gobierno español no descarta que el rey marroquí, Mohamed VI, reciba al presidente del Ejecutivo, un asunto que por el momento no consta en agenda.
España debiera poner sobre la mesa en la reunión bilateral varios aspectos muy importantes para España y para la Unión Europea.
1.- Marruecos se encuentra entre los países más pobres del mundo, así lo confirma la revista estadounidense Global Finance. En cambio hay datos difíciles de entender. Marruecos ha aumentado su presupuesto militar, y junto a Argelia ocupan entre el primer y el segundo lugar entre los ejércitos africanos por volumen de armamento. A pesar de la animadversión histórica hacia Argelia, con quien no mantiene relaciones de comunicación terrestre desde casi un cuarto de siglo, hay un conflicto sin resolver. Se trata del Sáhara Occidental cuya gestión sigue en manos de las Naciones Unidas y que justifica en gran parte la militarización de Marruecos para preparar una ofensiva contra ese pueblo que lleva 40 años luchando por su independencia.
2.- Marruecos ha adquirido 36 helicópteros Apache, más de 200 carros de combate M1 Abrams y aviones de transporte, está renovando su flota aérea con la incorporación de 25 F-16 C/D y la actualización de otros 23 aparatos F-16V, la versión más reciente y avanzada del mítico caza polivalente. Esta compra introduce al reino alauita en el selecto club de países que cuentan con aviones de cuarta generación. Ha aumentado en un 25% en los últimos años su gasto militar para alcanzar una cifra del 3,1% del PIB en 2019, tres veces más que España. El presupuesto en defensa de Rabat crecerá este 2020 un 30% respecto al año anterior. Planea comprar submarinos, más fragatas a Francia, y todo ello para, según la revista Forbes, completar unas compras de material armamentístico por valor de 10.000 millones de dólares a Washington.
3.- El reino alauita ha ofrecido su enclave naval de Alcazarseguir para que sea la nueva Rota y que Estados Unidos decida sobre el futuro de la base naval americana en el sur de España.
4.- Alexander Boris de Pfeffel Johnson, el primer ministro britanico, que por cierto nació en Nueva York, parece ser el siguiente en que se reconozca la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental y se sumaría así a su amigo Donald Trump. Si eso sucede la situación de España sería muy delicada y perdería más potencia en esa política exterior, que, como antes mencionábamos está fuera de juego desde hace mucho tiempo.
5.- Como el Rey Marruecos va por delante de España, hay que apuntar que en octubre de 2019, el Reino Unido y Marruecos sellaron un acuerdo. Un acuerdo que con la salida del Reino Unido de la Unión Europea no se creará ninguna ruptura en la relación bilateral entre el Reino Unido y Marruecos. El acuerdo garantiza una transición fluida, que mantiene el comercio fluido y seguro, mientras que el intercambio de cartas sobre el mecanismo de solución de controversias puede concebirse como un mecanismo de prevención. Lo firmaron Nasser Bourita, Ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes en el Extranjero, y Andrew Murrison, Secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth, encargado de la región y el desarrollo de MENA, este acuerdo entrará en vigor una vez que los acuerdos UE-Marruecos dejen de aplicarse para el Reino Unido, después del Brexit.
Por último, mientras todo esto acontece en un país fronterizo con el nuestro, al que todavía no hemos visitado de forma oficial en esta legislatura, en España vemos que la primera y única noticia con Marruecos son los cayucos. A algunos nos empiezan a sonar aquellas palabras de la España de los virreinatos en América, “Madrid está muy lejos”.
Imagen: Boris Johnson y el Rey Mohammed VI / (Nov. 28, 2017 – Source: AFP)