La Asociación de los Pueblos más bonitos de España incorporará a partir del 1 de enero de 2019 a once nuevas localidades, entre ellas las cántabras de Potes y Carmona, que han cumplido con los requisitos que establece la organización para formar parte de la red, que se inicia con la petición del pleno municipal o junta de gobierno, y que este año han solicitado numerosos municipios.
Se trata de Bonilla de la Sierra (Ávila), Níjar (Almería), Roda de Isábena (Huesca), Bagergue (Lérida), Potes (Cantabria), Tazones (Asturias), Carmona (Cantabria), San Martín de Trevejo (Cáceres), Viniegra de Arriba (La Rioja), Viniegra de Abajo (La Rioja) y Setenil de las Bodegas (Cádiz).
Estas once localidades que pasarán a engrosar la red de los pueblos más bonitos de nuestro país y que se unirán a las 68 localidades que ya forman parte de ella.
La Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, que sumará 79 localidades con estas incorporaciones, tiene como objetivo promocionar los pequeños municipios, preferentemente rurales, agrupados bajo una misma marca de calidad, a través de las acciones de promoción y eventos culturales que la asociación emprende tanto dentro como fuera de España.
Para que un pueblo pertenezca a la asociación debe tener una población inferior a 15.000 habitantes –en el caso de las que superan los 5.000 la asociación solo contempla el casco histórico– y contar con un patrimonio arquitectónico o natural certificado.
POTES
Ubicada en el centro de la comarca de Liébana, donde se unen los ríos Deva y Quiviesa, Potes se encuentra rodeada de un «espectacular» paisaje y situada en la confluencia de los cuatro valles de la Comarca.
Es conocida como la villa de los puentes y de las torres. Destacan la del Infantado y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV. Conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones blasonados ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia.
Pero uno de los aspectos más relevantes de Potes y de toda la comarca es el gastronómico. La villa cuenta con un buen número de restaurantes de todos los estilos y categorías en los que se puede degustar gran variedad de platos. El cocido lebaniego es una de sus estrellas culinarias, a base de los garbanzos típicos de la zona, cecina o carne, berza y relleno.
CARMONA
Su encanto, su cuidada arquitectura típica de la zona, su entorno y tranquilidad, hacen de Carmona un «bello» municipio cántabro, «auténtico e ideal para la desconexión y los amantes de la naturaleza».
Declarado Conjunto Histórico-Artístico, mantiene intactos vestigios de su pasado, y aún se pueden contemplar en sus calles oficios como la ganadería y la artesanía. «Espacios donde se respira esa calma, esa paz que lo hace más especial, donde solo nos acompaña el sonido de nuestros pasos sobre el suelo empedrado y el de los propios habitantes del pueblo, deseando conocer a los visitantes a este bello municipio», destaca la asociación.
Destaca el Palacio de los Díaz Cossio y Mier, del siglo XVIII y actualmente Parador de Turismo. Entre las festividades sobresale la tradicional Pasá. En ella se celebra la bajada del ganado tudanco de los puertos de montaña de Sejos, tras pasar allí el verano. El ganado desfila por el pueblo con decorados en sus cabezas. También se realizan otro tipo de actividades y eventos folclóricos y gastronómicos. Esta fiesta se celebra el último sábado de septiembre.