“Tengo ganas de hablar y de contar, porque el valiente es valiente hasta que el cobarde ha querido”, así expresa uno de los bailarines más relevantes del flamenco español, haciendo referencia a la titularidad del cartera ministerial de Interior. Jesús Rafael García Hernández, ‘Rafael Amargo’, se revuelve como granaíno cuando el argumento es el baile porque lo lleva dentro. La intrahistoria que definió Unamuno recorre las venas del Rey del Flamenco español, pero la contenida rabia provocada por la entrada en su domicilio de quienes ostentan placa “y no había nada”, punto en boca marca Rafa con estilo, de forma elegante y convincente. “Me siento perseguido” al tiempo que recuerda el historial de Kate Moss. “Aún estoy esperando a que me digan dónde están las bolsas porque todo esto me está afectando en mi carrera profesional”, espeta Rafa, al tiempo que medita sus acciones y sus pensamientos. Nueva York, Tokio, Madrid y los diversos teatros y tablaos públicos y privados de toda España que han podido recibir los tacones con bailes del de Valderrubio, en sus hemerotecas, piden paso para volver, para seguir, para contemplar y deleitarse con el baile de Rafael Amargo.
Nos quedamos con la faceta artística del bailarín granaíno conocedor de las esencias más puras del flamenco. Procedente de la escuela de Antonio Gades, Rafael siempre ha reivindicado el papel de la compañía de baile, y del concepto teatral y escénico del flamenco. Esa es la realidad que le acompaña cada día y la que ha mostrado en cada representación de su último éxito, ‘Yerma’. Unido a su pareja argentina forman un binomio que ya ocupa un espacio en el arte de los escenarios. Rafael Amargo con ‘Yerma’ ha conseguido fusionar su arte en el escenario con el público. Camerino modesto con cuatro Premios Max de las Artes Escénicas, Premio Positano Leonide Massine de la Danza, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y lo que queda por llegar. Rafael Amargo es un artista vivo, en plenitud de vida, con alma gitana siendo el único material que llena su ser el bailar con raíz y con la esencia cultural de la Andalucía natural.
Fuera de nuestras fronteras el arte de Rafael Amargo se sortea como si de un manjar bursátil se tratara, mientras que en España las trabas de esas placas que entran en el domicilio y no encuentran nada, intentan que Rafael no tenga ni pasaporte. Bollywood, el archiconocido cine musical de la India le espera, le quiere y le necesita. Un país de más de 1.400 millones de habitantes reclama al granaíno en los tablaos. Alfombra roja, con púrpura y azafrán manchego si fuera necesario debiera llevarle al gitano de Valderrubio, allá donde pueda depositar los tacones para bailar y las palmas para acompañar. No hagamos de este artista honor a la frase de un francés que con argumentos afirmó, “¿De cuántas infamias se compone el éxito?”. Pues no, Rafael Amargo que baile y dejémosle bailar.
Desde el Festival Internacional de Cine y Arquitectura de España, su directora, Ana Muriel deja bastante patente su apoyo incondicional al bailaor «queremos al artista, queremos a Rafael Amargo».
Autor: José Luis López / Director Cantabria Directa