El delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, ha visitado el buque hospital Juan de la Cosa, del Instituto Social de la Marina (IMS), que ha permanecido atracado en el Puerto de Santander entre los días 26 de enero y 2 de febrero.
Durante la visita al barco medicalizado, el también secretario general del PSOE regional ha estado acompañado por el nuevo director del Instituto Social de la Marina en Cantabria, Alberto Villa Berasategui, y la directora del Puerto de Santander, Cristina López Arias.
Tras conocer el funcionamiento del buque, recorrer sus instalaciones y conversar con la tripulación y el personal médico que viaja a bordo, Zuloaga ha destacado «la importante labor» que desarrolla en alta mar, donde su actuación «sirve para salvar decenas de vidas y atender a personas que enferman o están heridas en sus embarcaciones».
El delegado ha hecho estas declaraciones tras conocer que en el Juan de la Cosa viajan 29 tripulantes, tres médicos, una enfermera y un auxiliar de enfermería, que «se convierten en los ángeles de la guarda» para las personas que sufren una emergencia sanitaria en alta mar.
De hecho, este barco del IMS cubre durante todo el año el área que abarca entre Irlanda y las Islas Azores, desde Francia hasta Estados Unidos y Canadá, franja en la que faenan miles de embarcaciones pesqueras dedicadas al bonito, merluza, anchoa, jurel, etc.
En esta labor, el Juan de la Cosa cuenta con la ayuda del otro buque hospitalizado del IMS, el Esperanza del Mar, que abarca la franja de Canarias y de las Azores hacia abajo.
Este barco, que está dotado con la más moderna tecnología de navegación marítima, cuenta con una planta entera medicalizada, de modo que se convierte en un hospital flotante con quirófano, sala de consultas, sala de radiología, laboratorio, farmacia, una decena de habitaciones para pacientes y una pequeña zona con televisión y sofás para los enfermos.
COBERTURA EMERGENCIAS
Cuando se produce una emergencia en alta mar, fuera de la zona de cobertura de los helicópteros, la tripulación del Juan de la Cosa y el equipo médico que viaja a bordo reciben un aviso y se desplazan hasta el lugar en el que se encuentra la persona herida o enferma.
Una vez en el lugar, los médicos hacen una valoración y deciden si hay que hacer más pruebas, ingresar al paciente o simplemente darle unas instrucciones de cómo proceder tras realizar la cura oportuna.
En caso de que la situación sea de extrema gravedad, contactan con el Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid, donde se decide el modo de proceder con la información facilitada por los médicos y, si es preciso, el traslado del paciente en el Juan de la Cosa hasta el puerto más cercano o la zona de cobertura del helicóptero para su evacuación por vía aérea.