Este martes 18 de julio a las 22h en el Palacio de Albaicín de Noja, tendrá lugar el recital «Entre Coplas, Tangos y Boleros» interpretado por Ensemble Masquevoces que dentro de unas semanas iniciará su gira por México con compromisos en las instituciones Ateneo Español de la capital mexicano y el Consulado de España en el distrito federal, con la colaboración del Gobierno de Cantabria.
En el ambiente embriagador nocturno de los jardines del Palacio de Noja escucharán el martes la versátil voz de la soprano Estrella Cuello, a Josúe Barrés, uno de los mejores percusionistas de raza gitana de España y a Miguel Ángel Tapia al piano, director desde hace más de 26 años del Auditorio de Zaragoza.
Como broche de oro se contará con la colaboración especial al final del concierto de la cantante folk Eva Amieva, que interpretará a dúo con Cuello el estreno mundial del arreglo del tema popular “Viva la Montaña” de la compositora de Santillana del Mar Patricia Sánchez Quevedo. Previamente se interpretarán también varios boleros de otra compositora cántabra, la laredana María José García Castillo. La entrada tendrá un coste de 5 euros y las entradas se venderán en la oficina de turismo de Noja y a la entrada al evento.
En este recital esencial del verano se hermanan tres géneros nacidos en las fecundas tierras de habla hispana, América latina y la madre patria España. Con un acompañamiento totalmente inédito y original para la formación instrumental de voz de soprano solista, percusión y piano, escucharemos los temas Perfidia, Tu me acostumbraste, La morocha, El día que me quieras, Volver, Tres palabras, María la portuguesa, El choclo, Bésame mucho, Mi Buenos Aires querido, María de la O, Piensa en mi, Por una cabeza, Mentira, mentira, La llorona, Quizás, quizás, Si no te amara, Regar tus labios y Alfonsina y el mar entre otros.
Cuántos tangos han sido trasladados a partituras aboleradas y los han entonado grandes cantantes mexicanos, ecuatorianos, caribeños, españoles e anche piú. A la inversa encontramos algunas páginas del bolero arregladas en tiempo de tango o copla. Si el tango se hacía baile en un juego de piernas, cintura exprimida, la copla taconeaba, se balanceaba y sonreía de lado. En el bolero se dio la oportunidad del encuentro de los cuerpos. Si el tango era el hombre y la copla la mujer, el bolero se manifestó como la consecución de la primera persona del plural, el Nosotros.
Negar que existe algo en común entre el tango, el bolero y la copla sería necio, como también lo sería desconocer sus diferencias. Los tres géneros se proponen contar historia de amor en la mayoría de los casos. Las diferencias son que el tango y la copla quizás tengan un registro más amplio, un tango o una copla cuentan una historia de amor, pero también la de una ciudad, de un paisaje de barrio, de una escena costumbrista, de una riña callejera, de un acto de coraje, temas que parecieran vedados para el bolero, cuyo exclusivo registro es amoroso e intimista. Dicho con otras palabras: el tango y la copla se acercan al bolero, pero siempre disponen de otros horizontes, mientras que el bolero es más exclusivo. Por su parte, el intimismo amoroso del bolero no lo libera de la violencia. Los desenlaces de sangre en el género son frecuentes en el caso de los boleros mexicanos. La copla, el bolero y el tango forman parte de nuestra cultura musical y sentimental. Esta cuota de almíbar amargo que tienen algunas coplas, boleros y tangos históricos y esa manera de decirlos-cantarlos nos envuelven en los momentos en que jaspean las superficies y sentimos despertar una pasión antigua, como la que pretendemos encender en ustedes esta noche de verano, con un concierto que recorre algunas de las más sentidas melodías de nuestras vidas.