La irrupción del coronavirus ha provocado una gran alarma mundial en el mundo del deporte ante la incertidumbre de lo que puede ocurrir en los próximos meses, con los Juegos Olímpicos o la Eurocopa a la vista, y una de las voces autorizadas sobre el tema es el doctor Antoni Trilla, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona y que conoce de primera mano los efectos de la enfermedad.
¿Hay motivos para tanta alarma en el fútbol? Yo creo que no, pero hay que seguir de cerca la situación, especialmente en un mundo en el que el fútbol mueve a miles de personas. Se debe hacer un seguimiento según el momento y el lugar de la epidemia.
¿Está justificado que se cancelen eventos deportivos y otros se celebren a puerta cerrada? Estas decisiones son complicadas y se tienen que tomar teniendo en cuenta la situación en el lugar concreto en el que se tiene que celebrar dicha competición. No es lo mismo el norte o el sur de Italia, o Italia o España. Cada uno tiene que mirar la situación en su territorio y qué riesgo supone. Por otro lado está el tema de los desplazamientos internacionales y la llegada de seguidores de lugares que pueda haber más riesgo de contagio. Hay que ser prudente.
En dos semanas vendrán varios aficionados del Nápoles al Camp Nou, ¿es un riesgo añadido? Siempre puede haber un riesgo, pero habrá que ver cuál es la situación de la epidemia dos días antes del partido en Nápoles. Si en Nápoles están en plena epidemia se debería ver qué se hace, pero si tienen una situación como aquí, con algunos casos, tampoco pasaría nada. El mismo día que vengan los seguidores del Nápoles llegarán muchos más pasajeros de todo el mundo. Otra cosa es si se demostrara que en la zona hay una epidemia desbocada, como le pasa al Madrid de baloncesto que va a jugar en Milán y lo hará a puerta cerrada.
En verano hay los Juegos Olímpicos en Tokyo, ¿entendería que se suspendieran? Hay que ser prudentes y tenemos que esperar a ver cómo evoluciona el tema. A día de hoy parece que no hay razones objetivas para suspenderlos y ojalá que cuando llegue la fecha de los Juegos la situación se aclare, en uno u otro sentido. Si en ese momento en Japón hay un problema grave o en otros países la epidemia es muy activa consideraría prudente considerar la posibilidad de la suspensión. Es muy difícil predecir cómo irá, ya que no es solo si puede haber más infectados sino la repercusión mediática que puede haber si todo un equipo o un campeón del mundo se infecte.
Fuente: mundodeportivo.com