La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, seguirá al frente del partido en la comunidad autónoma a pesar de que Génova haya impuesto a la medallista olímpica Ruth Beitia como candidata a la Presidencia de Cantabria para, según ha dicho, «es la única manera de evitar un cisma» en la formación y porque el presidente nacional, Pablo Casado, se lo ha pedido y le ha garantizado «plena autonomía» para confeccionar las candidaturas.
Sáenz de Buruaga así lo ha anunciado tras la reunión del Comité Ejecutivo Regional celebrado esta tarde, que ha durado unas tres horas, y en manos de cuyos integrantes ha puesto a disposición su cargo pero en el que ha sido avalada por «una mayoría abrumadora, casi unanimidad ya que solo ha habido tres abstenciones» que han correspondido a los tres senadores Javier Fernández, Blanca Martínez y Esther Merino.
La líder del PP cántabro ha asegurado que estos dos días han sido «los más díficiles y dolorosos» que ha vivido en los últimos tiempos, principalmente porque Génova «no ha escuchado» ni «atendido» la propuesta del partido en la comunidad autónoma, que defendía que ella, como presidenta ‘popular’, debía ser la candidata a la Presidencia de Cantabria y ser quien se midiese en las urnas con el actual presidente regional y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla.
Pese a la decisión de Génova de designar a Ruth Beitia como candidata, Sáenz de Buruaga ha manifestado que «las normas son las que son», que «son las que nos hemos dado voluntariamente» los ‘populares’ y «la decisión corresponde al presidente, que ha impuesto su criterio«.
La dirigente regional, que no ha citado a la ya candidata en ningún momento, ha lamentado que en Madrid no se haya «escuchado la voz de los militantes» de Cantabria y ha considerado que, aunque tras ello «lo más fácil hubiese sido apartarme de la presidencia, quitarme del medio y dar por terminada esta etapa», el partido, el comité y «cientos» de afiliado le han pedido que continue.