La ecologista Mónica de la Parte será la número dos de la Marea cántabra, la candidatura impulsada por Izquierda Unida y Equo junto a la sociedad civil organizada.
Promotora de la feria de productos ecológicos ‘Biotierruca‘, Mónica de la Parte, de 44 años, tiene estudios de periodismo, es técnico superior de Educación Infantil y de Marketing y Publicidad, y trabaja como recepcionista.
Desde 2013 está afiliada a Equo por sus «firmes ideales feministas, ecologistas y animalistas» y apuesta por un proyecto de izquierdas para Cantabria en el que la ecología política sirva de marco «para generar empleo verde de calidad, haciendo una gestión eficaz de los recursos públicos, y garantizando la distribución de la riqueza atendiendo las necesidades de las personas más desfavorecidas mediante una fiscalidad progresiva y solidaria«, ha indicado la candidatura en un comunicado.
En este sentido, considera «retos» de la comunidad autónoma en materia de ordenación del territorio el Plan Regional del Territorio, que está «cogiendo polvo dentro de un cajón», y en la ambiental, una alternativa a la estación depuradora de Vuelta Ostrera «que no acaba de llegar».
También censura «la enésima venta de humo» del presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Ángel Revilla, «esta vez, con miles de empleos a través de una de las actividades más lesivas contra el medio, la salud y el patrimonio como es la minería«, en alusión a la extracción de zinc en la cuenca del Besaya.
De la Parte afirma que el proyecto político de Marea cántabra «dará respuesta a la precariedad de la juventud y de las personas mayores», pondrá «en el centro» la lucha contra la «violencia patriarcal» y la apuesta por el desarrollo social, económico, ambiental y cultural del medio rural, «abandonado por la Administración».
Una propuesta política que el cabeza de lista de IU-Equo, Israel Ruiz Salmón, comparte y «ve más necesaria que nunca», sobre todo cuando a su juicio «se respiran tiempos en que los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad, tanto en el plano cultural como en el económico, buscan la confrontación y atacan la convivencia».
Así, ambos candidatos señalan «el ejemplo» que la juventud y el movimiento feminista «están dando en los últimos tiempos, señalando el camino de la igualdad y afrontando los retos reales de nuestra sociedad: la precariedad laboral y el cambio climático».
«Estos dos problemas pueden contener, a la vez, la solución en sí mismos si somos capaces de cambiar el rumbo de nuestro sistema productivo hacia uno que priorice el empleo verde y de calidad, cambiando la forma de producir y distribuir la energía hacia un modelo de renovables y de control público», opina Ruiz Salmón.