La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado este sábado que la comunidad autónoma tiene un Gobierno «sin proyecto y sin hoja de ruta, que se ha convertido en cómplice total y voluntario de Pedro Sánchez».
Buruaga ha hablado sobre la situación de la comunidad autónoma durante su intervención en la 24 Unión Interparlamentaria Popular de Alicante, junto a representantes de varias regiones que comparten con Cantabria el denominador común de que sus ciudadanos «sufren las consecuencias de las políticas de la izquierda», ha informado en un comunicado el partido.
La presidenta ha explicado que Cantabria tiene una peculiaridad, un «cóctel molotov», como lo ha denominado, porque la gobiernan dos partidos: el PSOE y el «regionalismo populista» de Miguel Ángel Revilla (PRC), quienes –ha asegurado– mantienen «un acuerdo de favores mutuos». «Yo te hago presidente a ti, tú me haces presidente a mí y, mientras tanto, Cantabria y los cántabros que esperen», ha ejemplificado.
Ese es, según Buruaga, el único motivo por el que el PRC apoyó la investidura fallida de Pedro Sánchez «con la mano bien en alto» y lo habría vuelto a hacer.
«Así es como se conduce Cantabria, con un Gobierno basado en un pacto de intereses, sin proyecto de región, sin hoja de ruta y sin más objetivo que mantenerse y resistir y así es como el Gobierno de Cantabria se ha convertido en cómplice total y voluntario de Pedro Sánchez», ha afirmado.
Para Buruaga, Sánchez es un presidente que «desestabiliza España»; que pretende construir el país «generando desigualdad y agravio» entre las regiones; que ha provocado la «caída a plomo» de la economía nacional y regional, y que «ha paralizado todos los proyectos que el Partido Popular puso en marcha en Cantabria, impulsando un ciclo de inversión sin precedentes en la comunidad».
La dirigente popular ha advertido de que con los socialistas «la historia se repite en Cantabria una y mil veces», porque, según ha apuntado, «han vuelto a sacar a la región del mapa de las comunicaciones en España, parando el AVE, frenado el seco el plan de cercanías y metiendo en un cajón los proyectos para ampliar la capacidad de las autovías».
Y mientras esto ocurre, ha añadido, «los regionalistas, como unas castañuelas, entregados a Pedro Sánchez, aunque a Cantabria el sanchismo le esté sentando como un tiro.»
«Ni protestan, ni reivindican, solo callan. Callan en Cantabria y aplauden en Madrid cuando Sánchez nos deja fuera de las ayudas por las inundaciones, cuando nos niega el derecho reconocido a captar agua del Pantano del Ebro para garantizar el suministro de agua a Santander o cuando bloquea las entregas a cuenta que nos corresponden y que ahora ha desbloqueado por puro interés electoral», ha censurado.
Según la presidenta, el «nivel de entreguismo es tal que defienden lo indefendible«. «Sánchez suspende en Cataluña y Revilla le pone un notable alto», ha ironizado.
La dirigente popular ha señalado que la economía de Cantabria es la que más ha frenado su crecimiento desde la moción de censura; crea empleo por debajo de la media nacional, y tiene la tasa de pobreza más alta de las comunidades del norte de España.
Y ha reprochado a socialistas y regionalistas que, en lugar de tratar de «enderezar el rumbo, intenten tapar la realidad y apliquen las recetas de la izquierda», como, según ha apuntado, son el «disparar el gasto improductivo, el déficit público y la deuda; negarse a bajar los impuestos para estimular el consumo familiar, la inversión empresarial y el talento, estrangular la inversión pública y las políticas productivas, y recortar volviendo a poner en jaque el Estado de Bienestar».
Según Buruaga, el Gobierno no se ocupa de los problemas del presente y mucho menos de los retos de futuro y por eso Cantabria no está preparada para afrontar los dos grandes próximos desafíos de las comunidades autónomas –la revisión de sistema de financiación autonómica y el reto demográfico–, porque –ha dicho– «el PRC y el PSOE no han hecho los deberes».
La presidenta ha dicho que Cantabria necesita apoyo, políticas y un «Gobierno que gobierne en Cantabria y en España y necesita estabilidad, moderación, sentido común, gestión eficiente de los recursos públicos y una administración competente que cuide de verdad de las personas, lo que solo puede garantizar el Partido Popular».
Para Buruaga, el cambio en el Gobierno de España está «a la vuelta de la esquina». «El vuelco electoral es posible y está al alcance de la mano», ha asegurado la líder popular, que ha garantizado que su partido en Cantabria «va a seguir trabajando sin descanso para que el 10 de noviembre Pablo Casado sea el presidente de todos los españoles».