Las obras de rehabilitación del puente de hierro sobre la Ría de Solía concluirán a finales de este mes de noviembre, según las previsiones de la empresa que los está ejecutando.
Los alcaldes de Astillero, Francisco Ortiz, y de Villaescusa, Constantino Fernández, han visitado el viejo puente ferroviario, junto al director de obra, Miguel Ángel Pérez, de IDS, y el representante de la empresa Cannor, Jesús González, informa el Consistorio astillerense.
Ambos regidores han celebrado que tras «varios retrasos achacables exclusivamente a la empresa», ésta asegure que los trabajos acabarán en noviembre.
También han lamentado los «continuos actos de vandalismo» que en estos últimos días está sufriendo esta obra «tan importante para los dos municipios».
Como han recordado Ortiz y Fernández, Astillero y Villaescusa solicitaron a la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio la rehabilitación de la estructura metálica de esta «emblemática joya de la arqueología industrial para potenciar el turismo activo en la zona».
Los trabajos tienen un presupuesto de 165.000 euros y una vez concluidos, no solo se recuperará el acero deteriorado de la estructura, que tiene 115 años de antigüedad, sino que aumenta la plataforma para comodidad de ciclistas y peatones.
El puente formó parte de la vía férrea Astillero-Ontaneda entre 1905 y 1973 y en la actualidad se utiliza como vía verde para peatones y ciclistas.
La restauración de este puente es fundamental para conectar por medio de carril bici Astillero con Villaescusa y luego, desde Santa María de Cayón, poder ir en bicicleta hasta Ontaneda.
La obra, casi de forja y ajuste, supone la rehabilitación del acero de la estructura centenaria, y «requiere un trato especial para que se mantenga lo más parecido al original y conserve su resistencia».
El puente quedará iluminado con un tablero más ancho (pasará de un poco más de dos metros a cuatro) para que dé servicio más cómodo a varias generaciones.