La dirección de Nissan en Los Corrales de Buelna ha asegurado que las inversiones y oportunidades de negocio serán «el elemento central» del plan de ‘ultra-competitividad’ para la factoría cántabra, y «no la reducción de costes salariales», que la empresa cifra en un 15 % pero que el comité calcula que podrían llegar al 40%.
No obstante, la compañía admite que «los esfuerzos» de la plantilla serán «claves para trasladar un mensaje claro de compromiso y una apuesta decidida por el futuro de la planta a la dirección global de la compañía» japonesa.
Así lo señala el equipo directivo del complejo corraliego en un comunicado difundido este martes, tras una nueva reunión con los representantes de los trabajadores para avanzar en dicho plan previsto para cuatro años, hasta 2023, para asegurar la sostenibilidad del centro industrial «a medio y largo plazo» a través de «nuevas y cuantiosas inversiones y oportunidades de negocio».
Por su parte, el comité ha pedido a la dirección que detalle y aclare dicho documento, especialmente en los puntos que afectan a la plantilla, según han indicado fuentes del órgano sindical a Europa Press.
Desde la empresa esperan, con el apoyo de la administración, seguir «profundizando» en las próximas semanas en la concreción de este plan para la planta de fundición y mecanizado, con el fin de presentar la «hoja de ruta definitiva» a la dirección global de la compañía y obtener su validación durante el mes de julio.
«Solo lo conseguiremos si trabajamos de forma unida, la representación de los trabajadores, las administraciones y la dirección local», asegura el director general de operaciones de Nissan en Los Corrales de Buelna, Eduard Reimondez, en un comunicado en el que añade que «precisamos del esfuerzo y compromiso de todos en estos momentos clave que seguro marcarán el rumbo de la planta para los próximos años».
TRES EJES
La dirección corraliega recuerda que los «tres ejes principales» planteados para el citado plan pasan por «la mejora del rendimiento de la planta, el aumento del volumen de negocio y la renovación de las instalaciones, incluyendo la introducción de nuevas tecnologías, lo que debe permitir una reducción de los costes por unidad producida del 28% en cuatro años».
En este sentido, han trasladado al comité posibles nuevas inversiones, como una nueva línea de moldeo o la renovación «importante» del parque de máquinas de mecanizado, así como nuevas oportunidades de negocio en las que se está trabajando dentro de Nissan, que permitirían incrementar la carga de trabajo de la planta y, en consecuencia, aumentar su nivel de ocupación durante el período 2020-2023.
Junto al aumento de la productividad y la reducción de los costes fijos y de las materias primas, el equipo directivo también ha propuesto la «revisión y optimización de la estructura de costes laborales», así como la «modernización y simplificación del convenio colectivo».
En este punto, la dirección ha planteado a los sindicatos una batería de posibles medidas para lograr dichas mejoras, propuestas que, en cualquier caso, se encuentran aún en fase de estudio.
Y, de todas formas, la dirección ha aclarado que «serán las inversiones y las oportunidades de negocio las que conformen el elemento central del futuro plan de ultra-competitividad y no la reducción de costes salariales».
No obstante, «los esfuerzos por parte de la plantilla serán claves para trasladar un mensaje claro de compromiso y una apuesta decidida por el futuro de la planta a la dirección global de la compañía», que a finales de mayo anunció el cierre, este año, de la planta de Barcelona.
NISSAN EN CANTABRIA Y ESPAÑA
Situada a 40 kilómetros de Santander, la fábrica de Nissan en Los Corrales de Buelna cuenta con más de 500 trabajadores. Es una de las plantas de fundición y mecanizado más importantes de Europa y está orientada en ser «excelente» en la fabricación de piezas imprescindibles, especialmente discos de freno y manguetas de dirección.
Produce piezas para vehículos de las fábricas de Nissan y Renault en Europa, siendo por tanto una planta «clave» para la alianza. Además de para el JUKE, la fábrica suministra componentes para los modelos Qashqai, Micra, e-NV200, LEAF y Navara de Nissan, así como para los modelos Kadjar, Megane y Captur de Renault. En 2019 produjo más de 39.000 toneladas de componentes.
Esta «excelencia» en la producción se aplica a su vez en la producción de piezas para otros sectores como el agrícola o la maquinaria industrial, que también componen su cartera de clientes.
En España Nissan cuenta con cinco centros de producción: en Barcelona (que se cerrará a finales de año), Ávila y Cantabria, donde fabrica la furgoneta 100% eléctrica e-NV200, líder de ventas en Europa, y el pick-up Navara.
Asimismo, fabrica componentes para las plantas de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, tiene un centro de I+D para toda Europa, un hub de distribución y un centro de recambios.
Barcelona acoge la sede comercial para España y Portugal, países en los que Nissan lidera la movilidad eléctrica y el segmento crossover, y cuenta con una red de más de 200 puntos de venta y postventa que dan cobertura a toda la Península Ibérica.
En España, Nissan emplea a más de 4.000 personas.