Podemos iniciará en los próximos días una recogida de firmas por Cantabria para intentar «salvar» las Estelas de Barros (Los Corrales de Buelna) de su «abandono», uno de los «máximos símbolos» de la región que, según ha advertido la formación, si no se remedia es posible que se pierda «para siempre». La recogida de firmas está orientada a solicitar al Ejecutivo cántabro que «deshaga la inmatriculación por la cual la Iglesia Católica se apropió de esas dos estelas discoideas» y «dignificar el recinto donde se encuentran».
La secretaria de Cultura, Patrimonio y Memoria Histórica de Podemos Cantabria, Elsa de Miguel, cree que las Estelas de Barros «merecen un recinto digno ya que son las únicas que no se encuentran bajo la protección adecuada, de sus conservadores, de las condiciones correctas de humedad y temperatura». También ha afirmado que «las estelas son un patrimonio totalmente hermético a la ciudadanía».
Asimismo, ha censurado que «están bajo el control absoluto del Obispado, siendo esta institución la que decide el horario, el régimen de visitas y obtiene un beneficio económico por ello».
«Desde el 2013 solo se pueden ver desde un par de huecos exteriores ya que el recinto esta siempre cerrado al público, pero no a vándalos que las pintan o graban», ha dicho De Miguel, para quien «es vergonzoso que el Obispado tenga en estas condiciones algo que pertenece al pueblo».
También el coordinador de Podemos Cantabria, Luis del Piñal, ha hecho hincapié en la necesidad de «tomar medidas urgentes para no perder para siempre un símbolo del pueblo cántabro».
Sobre este asunto ha sido preguntada posteriormente en una rueda de prensa la directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica en Gobierno de Cantabria, Zoraida Hijosa, que ha señalado que a la Dirección General «no ha llegado nada aún» y se encuentra a la espera de recibir alguna solicitud o documentación «para poder opinar sobre este tema».
Además, se ha referido a un reciente y «profundo» estudio sobre las Estelas de Barros, elaborado por dos arqueólogos cántabros con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, en el que «en ningún momento se duda sobre el estado de conservación de los bienes».