La joven de 26 años y natural de la República Dominicana que ha muerto apuñalada esta madrugada en Laredo, presuntamente a manos de su novio, estaba en situación irregular en España y deja huérfana una hija de cinco años en su país de origen.
Son datos aportados por el delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, que se ha desplazado a la villa pejina al conocer la noticia de la primera víctima por violencia de género este año en España.
Según ha indicado, los hechos comenzaron, hacia las cuatro de la madrugada, en el domicilio de la víctima, en un piso de la calle Rosario Ochandiano que compartía con otras dos chicas, que intentaron «parar» en vano la agresión.
En este sentido, ha detallado que todo comenzó como una discusión entre la pareja, que llevaba año y medio de relación aunque estaba en proceso de separación. Pero la riña adquirió una «violencia extrema» ante la que las compañeras «no pudieron hacer más que refugiarse para proteger su vida».
El delegado del Gobierno ha aprovechado para insistir en que todas las mujeres que sufren violencia de género den el paso de denunciar, más en un caso como este, en el que la víctima, extranjera, estaba en situación irregular en nuestro país. Y es que, como ha señalado, el Estado tiene herramientas para luchar contra esta lacra.
La joven dominicana, R.A.C.S., se ha convertido en la primera víctima por violencia de género en España, y ha supuesto una «triste» noticia para Laredo y Cantabria donde, desde 2003, se han registrado ocho mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas, incluida esta última.
Se trata de cifras que «escandalizan», ha admitido el delegado del Gobierno, que ha expresado su apoyo y solidaridad a los familiares, allegados y amigos de la víctima del «terrible crimen» cometido en Laredo.
En paralelo, ha lanzado un mensaje a los agresores, que están «condenados» por una sociedad que lucha contra esta lacra, que requiere la unidad de todas las fuerzas políticas para combatirla, ha agregado.
Zuloaga ha reafirmado que en esta caso no había denuncias previas por violencia de género entre la víctima y su supuesto agresor, del que había sido pareja durante año y medio aunque estaban en proceso de ruptura.
Tras el «fatal desenlace», el presunto autor de las puñaladas se entregó en el cuartel de Laredo, donde permanece custodiado por la Guardia Civil, mientras las compañeras y amigas de la víctima eran atendidas por psicólogos en el domicilio y prestaban declaración también.
Fueron vecinos del piso donde sucedió todo los que alertaron al 112, que movilizaron al lugar a servicios de emergencias, aunque no pudieron hacer nada por salvar la vida de la joven, solo constatar el fallecimiento por apuñalamiento.