USO ha advertido que la transición energética de Solvay «necesita más hechos que buenas palabras», porque la empresa se encuentra «en el peligroso tiempo de descuento» y «es imperativo que el Gobierno de Cantabria asuma como una prioridad la viabilidad y continuidad de la fábrica» de Torrelavega.
El sindicato señala, en un comunicado de prensa, que la Administración central y la autonómica «deber ser muy diligentes en despejar y concretar las ayudas y el marco normativo» para que el COMEX (Comité Ejecutivo de Solvay en Bruselas) acuerde realizar las inversiones necesarias en la planta de Torrelavega que le permita seguir siendo competitiva en la producción de carbonato y bicarbonato, y por tanto sea viable.
USO considera que la reunión celebrada esta semana entre representantes de las administraciones central y autonómica y empresa «es un primer paso para despejar el horizonte del nivel de ayudas y marco regulatorio, aunque fuera -dice- un ejercicio de buenas palabras».
Añade que también sirvió para despejar «algunas dudas que tanto Solvay como miembros del Gobierno de Cantabria parecían tener». Así, señala que el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) enviado a Bruselas, en cuanto a las alegaciones presentadas por Solvay, «es definitivo».
De otro lado, la cogeneración de carbón finaliza de manera definitiva en diciembre de 2024 como «fecha tope»; y no se contempla plan «renove» para la cogeneración de gas (Solvay II) ni alargamiento de vida útil, lo que obligará a su parada en junio de 2023.
USO señala que, «despejadas las alegaciones al PNIEC, ahora el reto está en llegar a tiempo con la transición energética, como viene demandando insistentemente este sindicato».
Para USO, «es imperativo que el Gobierno de Cantabria asuma como una prioridad la viabilidad y continuidad de la planta cántabra de Solvay; con una gestión directa ante el Comex en Bruselas para consolidar la planta de carbonato, reforzándola con el desarrollo de nuevas líneas de fabricación de nuevos productos de alto valor añadido, donde Cantabria y el Grupo Solvay tienen además de peso específico, tecnología y personal cualificado, como es el sector de componentes de automoción y la futura movilidad eléctrica.
El sindicato subraya por último que el complejo industrial de Solvay-Torrelavega debe seguir siendo «cabeza tractora de la economía industrial y generador de empleo de calidad en la comarca Saja- Besaya, como lo ha venido siendo durante el último siglo, y más ahora para mitigar el nivel de desempleo dramático que se avecina».