Las protectoras de animales se sienten «defraudadas» con la Ley de Protección Animal propuesta por el Gobierno de Cantabria y que no incluye el ‘sacrificio cero’.
Así lo ha expresado la Asociación Patas en un comunicado, en el que también muestra la «sorpresa» de estas entidades por el texto definitivo, del que no han sido informadas, sino que se han enterado del mismo por la prensa, y que si bien contiene «muchos puntos de mejora» también hay otros «muchos» que «la empeoran».
Además, el colectivo considera que el proceso de elaboración de la norma, que arrancó en 2014, ha sido un «continuo despropósito y ninguneo» hacia las protectoras y las asociaciones de defensa animal.
«Comenzando por la Mesa de Bienestar Animal, a la que cada vez la Consejería (de Medio Rural, Pesca y Alimentación) iba sumando invitados hasta convertir en un instrumento meramente publicitario sin llegar a ningún tipo de acuerdos ni mucho menos consenso, y acabando por la falta de información, tanto durante el proceso de elaboración como finalmente en su presentación», detalla Patas.
En cuanto a que el ‘sacrificio cero’ haya quedado fuera del texto legislativo, «no es ninguna sorpresa» para esta asociación, toda vez que «son necesarias una serie de medidas para acabar con la superpoblación de animales domésticos y para poder reubicar en hogares a todos los animales que son abandonados o ya no pueden ser atendidos por sus propietarios».
En este sentido, Patas asegura que el Gobierno de Cantabria es «plenamente conocedor» de estas medidas, que esta asociación presentó en 2014 al proyecto ‘Sacrificio cero para los animales domésticos en Cantabria».
Entonces, recuerdan, ya indicaban al Ejecutivo (el PP en aquel momento) que una de las medidas era la modificación de la «obsoleta» ley de protección de los animales actual, así como «velar» por el cumplimiento de la norma y «poner los medios adecuados para hacer que se cumpla», además de instrumentos de «concienciación y ayuda» para no incrementar la población de mascotas.
«La clave está en la prevención, no es una cuestión de medios económicos sino de poner interés en su consecución», consideran en Patas, que se sienten «defraudados y ninguneados» y creen que los animales «no son tenidos en consideración como se debiera».