La empresa Viralgen Vector Core, especializada en la producción de vectores virales para terapia génica, va a fabricar la vacuna Covid-19 que está desarrollando el Massachusetts General Brigham Hospital (MGB), afiliado con Harvard (Estados Unidos), quien lidera un consorcio de organizaciones para la fabricación de dicha vacuna, así como para su uso en ensayos clínicos y posterior comercialización.
De hecho, Viralgen será el único participante de ese consorcio de fuera de los Estados Unidos. Tal y como ha publicado el MGB a través sus entidades asociadas, el Massachusetts Eye and Ear y el Massachusetts General Hospital, la vacuna desarrollada por estas instituciones contará con tres empresas que llevarán a cabo la producción y el escalado a nivel mundial: Viralgen, Aldevron en Dakota de Norte y Catalent en Nueva Jersey.
La vacuna experimental utiliza vectores adenoasociados (AAV) para entregar y expresar el gen S (spike) del nuevo coronavirus y así crear una respuesta inmune. Un aspecto importante de esta vacuna es que utiliza la experiencia y capacidad de desarrollo de la industria que trabaja desde hace años con vectores adenoasociados (AAV).
Este conocimiento y experiencia en áreas como producción que ofrecen estas compañías será de gran ayuda para alcanzar el objetivo de una vacuna que llegue al máximo número de personas. Esta colaboración es fruto de la competencia tecnológica y la capacidad de producción de Viralgen.
La empresa tiene licenciada la tecnología ‘Pro10’, desarrollada por Askbio, y que permite la producción de grandes volúmenes de virus adenoasociados en un tiempo reducido y con la versatilidad de adaptarse a variaciones que puedan ocurrir con el virus que causa la Covid-19.
De hecho, el consorcio de MGB ha elegido Viralgen como su socio para la fabricación de la vacuna por la «versatilidad y capacidad de producción» que ofrece la tecnología ‘Pro10’, y que son aspectos «claves» para conseguir el volumen que será necesario para atender la demanda de la vacuna, repercutiendo así en un coste de producción asequible y en la capacidad de llegar a un mayor número de personas.
«Viralgen nos permitirá iniciar la producción de la vacuna con procesos escalables y en un volumen que puede marcar la diferencia para resolver el problema de acceso masivo a la misma», ha explicado el director del Centro de Terapia Génica Grousbeck en el Massachusetts Eye and Ear y profesor asociado de Oftalmología en la Escuela de Medicina de Harvard, Luk H. Vandenberghe.
Viralgen ha anunciado recientemente la apertura de una nueva planta de producción situada también en el Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa (Miramón) para la que cuenta con el apoyo del conjunto de las instituciones vascas y de financiación liderada por el Banco de Santander, que supondrá una inversión de más de 50 millones de euros.
Esta planta tendrá capacidad para abastecer al creciente mercado de terapia génica, complementando la producción para ensayos clínicos que ya se realizan en la planta de Viralgen inaugurada en septiembre de 2018 en San Sebastián. La infraestructura, que está previsto que comience sus operaciones a finales de 2021, será una de las plantas más modernas de Europa para producción de tratamientos de terapia génica y se crearán más de 200 puestos de trabajos directos de alto nivel.
Con la puesta en marcha de esta infraestructura, Viralgen dispondrá de capacidad suficiente para producir esta vacuna a gran escala. «La participación en este proyecto es un reto ilusionante, para el que contamos con el apoyo de las instituciones del País Vasco y la colaboración de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Este proyecto es el resultado del trabajo y el talento de todo el personal de Viralgen que han hecho suyo el compromiso de marcar una diferencia en la vida de otros a través de su actividad profesional», ha aseverado el CEO de Viralgen, Javier García.
Asimismo, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, ha comentado que han participado «activamente» en esta iniciativa porque casa con su apuesta por la I+D, pero sobre todo por la oportunidad que se abre de su posterior producción local, a través de Viralgen.
«Esta crisis nos ha enseñado muchas cosas, y entre ellas, la importancia de estar bien provistos de lo esencial y que la planificación es clave. La oportunidad de poder disponer de esta producción en el País Vasco supondría un avance sanitario, social y empresarial de primer orden ante el que seguiremos muy atentos como institución. Formamos parte de una cadena de colaboración de gran nivel, liderada por MGB, sistema hospitalario afiliado a Harvard, y con empresas como Viralgen, Aldevron y Catalent, y confiamos que resulte exitosa por el bien de la sociedad», ha zanjado la consejera.