La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha afirmado que la cuarta coalición de los regionalistas con el PSOE pinta mal porque no ha podido empezar peor y ha advertido de que el Gobierno no termina de arrancar, ha seguido como si estuviera en funciones, y en lugar de actuar y reaccionar se dedica solo a abrazar a Pedro Sánchez.
“Ha sido un verano de autobombo, anuncios y paseos, pero el Gobierno ha seguido como si estuviera en funciones, no gobernando, y parece que, otra vez, se va a dejar llevar por la inercia, que se está tomando la legislatura como tierra conquistada”, ha dicho Buruaga durante su intervención en un encuentro con los medios de comunicación con motivo de la apertura del nuevo curso político.
La presidente ha avisado de que la parsimonia de socialistas y regionalistas cuadra mal con la preocupación creciente de los ciudadanos ante el enfriamiento económico, la debilidad del empleo y la mala financiación de los servicios públicos.
En lugar de actuar y reaccionar, ha añadido, socialistas y regionalistas se dedican a abrazar a Pedro Sánchez, un presidente que es el principal responsable de que Cantabria sea la comunidad autónoma que más ha frenado su crecimiento desde la moción de censura y que va a incumplir el pacto de la nada que se firmó en Madrid para justificar la coalición en Cantabria y amarrar su propia investidura.
Buruaga ha subrayado, además, que las únicas medidas relevantes conocidas hasta ahora han sido engordar la nómina de los cargos públicos creando una nueva Consejería para maquillar la pérdida de poder del PSOE y desdoblando direcciones generales para colocar afines y retrasar las reuniones del Consejo de Gobierno un cuarto de hora para poder conciliar.
“Estamos ante un Gobierno que no ha acabado de formarse, que desde el primer día está entregado a Sánchez en perjuicio de los cántabros y que no reconoce y, por lo tanto, no afronta los problemas más acuciantes”, ha subrayado y ha advertido de que una convocatoria electoral será otro paso atrás porque los partidos de la coalición se dedicarán a la campaña electoral y no a gobernar de verdad.
Y es que, según Buruaga, cada día estamos más cerca del 10 de noviembre. La presidente ha dicho que aunque los españoles y los cántabros no se merecen otras elecciones, una nueva convocatoria supondría para el PP de Cantabria una clara oportunidad de mejorar el resultado porque en abril se quedó a 10.000 votos de la victoria.
“Esa es la reflexión: la victoria es posible y está al alcance si el electorado opta por ser práctico, por el voto unido, necesario y útil. Cualquier otra cosa que no sea votar al PP será hacer de nuevo el trabajo a Pedro Sánchez”, ha dicho Buruaga, quien ha vaticina que si se convocan elecciones, el PP obtendrá dos diputados y tres senadores.
El PP, el partido que tira del resto de la oposición
Durante su intervención, la presidenta ha asegurado que haya o no elecciones, en este nuevo curso político, el PP va a ser más necesario que nunca, porque no solo lidera el centro derecha en Cantabria, sino que está siendo ya el partido que lidera y tira del resto de la oposición a la que ve bastante despistada.
El Partido Popular, ha explicado, va a hacer una oposición responsable, exigente y constructiva, con alternativa, sin una sola descalificación personal y siempre leal a los intereses de Cantabria, lo que significa que va a defender el programa electoral que respaldaron 80.000 cántabros y va a estar del lado del Gobierno apoyando los grandes asuntos de región, pero también a denunciar todo lo que no funcione y a combatir todas aquellas actuaciones que vayan en contra de los ciudadanos.
Defensa de Cantabria en España y defensa del Programa Electoral
Según ha explicado Buruaga, el PP centrará su acción política en lo más urgente, en el crecimiento económico y el empleo, con una bajada de impuestos a todos los cántabros.
La presidenta ha adelantado que su partido va a defender una ambiciosa propuesta fiscal que se traduce en una bajada de impuestos de mil euros al año a las clases medidas, las más castigadas por la subidas del Gobierno de Cantabria, con más bonificaciones y ayudas a las familias y a las personas con más dificultades, a la maternidad y a los jóvenes y más oportunidades para acceder a una vivienda e invertir y para el medio rural.
“Queremos que se bajen los impuestos y que se bajen de verdad, porque si Madrid y Andalucía pueden, Cantabria también puede, sobre todo si teneos en cuenta que somos la comunidad autónoma mejor financiada”, ha dicho Buruaga, quien ha advertido de que no se conforma con que no se suban.
El PP propondrá, además, programas específicos de empleo para los parados mayores de 44 años, un plan de empleo autónomo, un plan de conciliación y un plan de acción para los jóvenes.
La segunda gran prioridad será el fortalecimiento de los servicios públicos esenciales y su sostenibilidad, especialmente en Sanidad, que acumula una deuda de más de 200 millones y tiene un déficit de profesionales, y en dependencia, donde hay miles de personas que no están siendo atendidas.
El PP se ocupará también de que se ponga fecha y financiación para todos los compromisos adquiridos en materia de infraestructuras y reclamará la financiación integra de las obras de Valdecilla, una misión que, según Buruaga, es complicada cuando se trata de los socialistas, puesto que todo el dinero que Cantabria ha recibido hasta ahora (285 millones) ha venido de la mano del PP.
Además, reivindicará todos los derechos adquiridos que no están siendo reconocidos, como el de captar agua del Ebro a través del bitrasvase Ebro-Besaya-Pas y defenderá los intereses de la comunidad ante la inminente negociación del nuevo modelo de financiación de las comunidades autónomas.