Que la República Popular China es una gran potencia mundial en todos los ámbitos es algo que nadie niega, su economía va camino de convertirse en la primera del mundo y ese desahogo económico le permiten tener unas FAS de primera magnitud, que incluyen al mayor Ejército del mundo, una Marina con cerca de un millar de buques, de ellos 241 unidades mayores de combate, considerada la segunda en el ranking naval, después de EEUU, ya que posee dos portaviones operativo con aviones de despegue convencional el Liaoning (ex ruso Varyag) y el Shandong, además de un tercero de 85.000 ton realizando pruebas de mar y un cuarto, posiblemente nuclear, en gradas, más una Aeronáutica Naval, que en número de aparatos tan sólo se encuentra detrás del gigante norteamericano. A este impresionante poderío aeronaval, habría que sumarle una Fuerza Submarina compuesta por 6 submarinos nucleares balísticos Clase Jin dotados de 12 misiles nucleares intercontinentales JL-2 y JL-3 SLBM con un alcance de hasta 10.000 km, más 9 submarinos nucleares de ataque de las Clases Shang y Hang, a los que habría que sumarle un total de 59 submarinos convencionales de las Clases Yuan, Song, Ming y Kilo mejorados, remarcando que tanto los EEUU como Francia y el Reino Unido carecen de este tipo de sumergibles muy operativos en aguas someras.
ANTECEDENTES
A la finalización de la SGM, las unidades que habían desertado de la Marina Nacionalista de Chiang Kai-shek, formaron el embrión en 1949 de la rama naval del Ejército Popular de Liberación ya que, según Mao, para oponerse a las agresiones imperialistas, debemos construir una Armada poderosa. Durante las operaciones de desembarco en la isla de Hainan, los comunistas usaron juncos de madera, con cañones de artillería de montaña, como buques de guerra contra la Armada del Kuomintang en Taiwán. Ese mismo año de 1949, el 22 de noviembre se creaba la Escuela Naval en Dalian, teniendo como instructores a oficiales de la Marina Soviética. La Armada como tal fue establecida orgánicamente en septiembre de 1950, con todas las fuerzas navales regionales bajo el mando del Jefe del Estado Mayor General. Dos años más tarde se creaba el Arma Aérea de la Armada. En 1954 había en China no menos de 2.500 instructores de la Marina Soviética, aproximadamente uno por cada 20 miembros de la Marina Popular, al mismo tiempo que los astilleros soviéticos comenzaban a construir modernos buques de guerra y submarinos para la incipiente marina de Mao. Así la Marina Popular se organizaba entre 1954 y 1955 en tres zonas marítimas con sus correspondientes escuadras: la Flota del Mar del Norte o Mar Amarillo, la Flota del Mar del Este o Mar de la China Oriental y la Flota del Mar del Sur o Mar de la China Meridional, creándose un Cuerpo de Oficiales y Almirantes en escalafón separado de sus compañeros del Ejército de Tierra. Para evitar cualquier de revolución no deseada en los buques. Ya en la década de los 70, aproximadamente un 20% del presupuesto de Defensa fue asignado a la Marina Popular, lo que supuso un incremento brutal del número de unidades combatientes, así los submarinos pasaron de 35 a 100 en esa década, y el número de buques de superficie capaces de lanzar misiles, se elevó de 20 a 200. En esos años se comenzó asimismo con el desarrollo de submarinos nucleares de ataque (SSN) y balísticos (SSBN). En 1982 la Marina Popular realizó un exitoso lanzamiento de un misil balístico desde un submarino en inmersión, así como experimentaron diversos lanzamientos con éxito de misiles superficie-superficie contra buques y superficie aire, desde plataformas navales. A finales de la década de los 80 la Marina Popular podía considerarse la tercera marina del mundo después de la norteamericana y la soviética, aunque más por sus dimensiones que por su calidad. En ese año y hasta ahora, la Marina estableció su Cuartel General en Pekín, el mando de la Flota del Mar del Norte en Qingdao, provincia de Shandong. El Cuartel General de la Flota del Este en Ningbo, provincia de Zhejiang y el de la Flota del Mar de la China Meridional en Zhanjiang, provincia de Guangdong. Las tres Flotas suman unos 1.000 buques con un total de 350.000 personas, de los que 35.000 pertenecen a la Aviación Naval, 38.000 a las Fuerzas de Defensa Costera y un Cuerpo de Infantería de Marina de 56.000 efectivos, el segundo más numeroso del mundo después de los marines norteamericanos.
EL SIGLO XXI Y LA MODERNIZACIÓN DE LA FLOTA
Según se aproximaba el nuevo siglo, la Marina china comenzó a evolucionar hacia una defensa en profundidad de su costa, lo que implicaba operaciones fuera de área lejos de sus aguas territoriales y por supuesto lejos del paraguas protector de la aviación basada en tierra, por lo que comenzaron a sentir la inquietud de contar con portaviones propios. Mientras Occidente disminuía peligrosamente sus presupuestos de Defensa, China gracias a un PIB superior a los 18 billones de dólares con un crecimiento anual del 4%, aumentaba continuamente su inversión en Defensa a un ritmo próximo al 10% en la última década hasta llegar a la cifra actual de 294.000 millones de dólares, es decir el segundo en importancia mundial y tres veces superior al ruso que se queda en 86.000 millones, aunque todavía China sólo invierte un 30% del presupuesto de Defensa norteamericano que alcanza los 877.000 millones. Estas cifras demuestran la importancia que da el gobierno chino a la Defensa, especialmente a la Marina Popular cuyo ambicioso Programa Naval ha conseguido una moderna Armada compuesta por 47 destructores, 48 fragatas, 72 corbetas, 73 patrulleros dotados de misiles, 56 buques anfibios, 29 cazaminas y dragaminas más 50 buques auxiliares logísticos y 400 buques menores de 1.500 ton. En lo que se refiere a las inversiones chinas en el ámbito anfibio de escasa tradición china, la construcción de tres enormes buques clase Yushen de 40.000 ton y 8 Yuzhao de 20.000 ton del tipo LPD (Landing Personnel Dock), los mayores buques en toda la historia de los astilleros navales, tras los portaviones, demuestran una clara dirección hacia una posible operación anfibia que facilite una rápida invasión de la Isla de Taiwán, objetivo siempre presente en los diferentes Gobiernos chinos. En principio esta modernización naval iría teóricamente dirigida a obtener no sólo la supremacía naval no sólo frente a Taiwán, sino también de cara a un conflicto de soberanía referente a los archipiélagos de las Islas Paracel, ocupadas por China y las Spratly, en el Mar de la China Meridional, en disputa con todos sus vecinos más próximos, como Vietnam, Taiwán, Brunei, Malasia y Filipinas, al intentar China regular las actividades marítimas en la franja de 200 millas de la Zona Económica Exclusiva o ZEE. A su vez existe la disputa con Japón por la posesión de las Islas Senkaku, en poder nipón. Para apoyar estos litigios, China ha ido construyendo una cadena de portaviones insumergibles gracias al relleno y ampliación de diferentes islotes y arrecifes de la zona, para convertirlos en auténticas bases aeronavales, como los actuales arrecifes Mischief, Subi y Fiery Cross, dotados de puerto y pista de aterrizaje, conseguidos mediante una flotilla de dragas que ha ido extrayendo del fondo del mar el relleno necesario para realizar las obras de infraestructura. China además está utilizando a sus buques de guerra en operaciones de seguridad marítima contra la piratería, no sólo en sus aguas sino también extendidas en el Océano Indico, ante la indignación de la Marina india.
CONCLUSIONES
El Gobierno chino ha comprendido en el siglo XXI la gran importancia de contar con una Marina Popular oceánica y moderna, capaz de navegar por los siete mares y hacer frente a cualquier amenaza a sus intereses marítimos y nacionales, dejando de ser además la más desfavorecida de las FAS chinas. Las recientes tensiones en el Mar de la China Meridional con las disputas vecinales sobre los archipiélagos de Spratly, Paracel y Senkaku, hacen que la posesión de una Marina poderosa, facilite un instrumento indispensable en la política exterior china, sin olvidar su sempiterno contencioso con Taiwán, separado de China por el Estrecho de Formosa, que a modo de Canal de la Mancha asiático ha impedido al enorme Ejercito Popular hacerse con la isla, apoyada por la política exterior de EEUU. El espejo en que tradicionalmente se mira la Marina china es la marina estadounidense, pues sabe que el simple envío de un portaviones nuclear con su correspondiente grupo de escolta a la zona en conflicto, sirve para bajar el nivel de la crisis o resolver ésta. De seguir con su rápido crecimiento e incremento anual de un 10% en su presupuesto de Defensa, en la próxima década su Marina podría desbancar a la norteamericana y con el apoyo de Rusia, ser un enemigo crítico para la hoy todopoderosa US Navy.
Autor: Almirante (R) José María Treviño / Asociación Española de Militares Escritores
Imagen: Real Instituto Elcano.