Las ventajas de contar con espacios verdes, de poder consumir alimentos del ‘kilómetro cero’ y de no pagar precios desorbitados por un alquiler son evidentes. Y la posibilidad de desempeñar muchos empleos en remoto, desde el pueblo, es algo que hemos redescubierto gracias a esta maldita pandemia. El punto crítico es contar con una buena conexión de Internet y es ahí donde debemos invertir si queremos que Cantabria tenga futuro.
En un momento en que muchos no ven más que problemas, es la hora de destacar las oportunidades. Y en nuestra Comunidad no faltan. No falta calidad de vida en muchos pequeños pueblos, no falta la cercanía a algún núcleo urbano importante.
Y hay otro elemento esencial: Disponemos de recursos humanos. La Educación pública y privada mantiene un buen nivel en Cantabria para que los jóvenes puedan afrontar los desafíos de las nuevas tecnologías. El problema es que la mayoría están desempleados. Tenemos la Comunidad Autónoma con mayor nivel de paro juvenil de España. La fuga de talentos es una ola, que solo se puede frenar si se fomentan las oportunidades, si se facilita el emprendimiento y la inversión privada.
Frente a las posibilidades que ofrece la apuesta por las nuevas tecnologías, las propuestas del Gobierno regional son las de un vendedor de crecepelo en las tertulias de un bar o de televisión. Apostar por los modelos industriales del siglo pasado puede aportar algún beneficio a corto plazo y en determinados valles. Pero no soluciona para nada el grave problema de toda una Comunidad.
Me preocupa el futuro de mis hijos, me preocupa el futuro de toda una generación que busca en Google la ciudad o el país al que debe viajar para encontrar empleo. Quienes tenemos un cargo público en este momento somos responsables de lo que se van a encontrar en el futuro. Y el empleo de mañana no se consigue con una ocurrencia de hoy. Hace falta una estrategia, un plan de choque atrevido y determinado para cambiar el rumbo.
No hace falta ser un gran analista para reconocer que la situación del empleo en Cantabria es catastrófica. Estamos a tiempo de cambiar el rumbo. Estamos a tiempo de sembrar, de apostar por las nuevas tecnologías para que los jóvenes de mañana puedan encontrar oportunidades de calidad.
Escuchar a jóvenes emprendedores, a responsables de compañías punteras en el sector tecnológico, es la base para construir un nuevo entorno. Si no empezamos por ahí, seguiremos echando sal al páramo del empleo que es Cantabria.
Autor: Javier Puente Redondo / Senador del Partido Popular por Cantabria. Imagen de los Valles Pasiegos de Cantabria.