Javier González de Riancho Elorza es el número 3 de la lista municipal de Pedro Casares a la Alcaldía de Santander. Independiente, nació en Santander en el año 1980. Es el hombre llamado a crear una nueva ciudad de Santander. «Una ciudad sostenible, una ciudad para las personas y una ciudad con un Plan General de Ordenación Urbana acorde a la ciudad de Santander y de sus vecinos», afirma Pedro Casares.
A sus 38 años, este arquitecto tiene despacho profesional propio en Santander desde donde desarrolla diversos proyectos para clientes públicos y privados, proyectos de obra nueva, reformas de viviendas y rehabilitaciones por toda Cantabria. No necesita la política para vivir. Desde el año 2015, trabaja con Paradores de Turismo de España, para los que ha realizado diversos proyectos, desde la nueva imagen de la fachada del Parador de Limpias a la reciente reforma interior del Parador de Cangas de Onís. En breve comenzarán la dirección de obra de un nuevo Centro de Día para Ampros en Santander. Antes de trabajar en Santander, al que volvió en 2013, estuvo trabajando en Madrid, en la Ingeniería Ineco, desarrollando proyectos de estaciones ferroviarias.
Tiene ante sí el reto de la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad tras la anulación del PGOU del 2012 por sentencia del Tribunal Supremo. Una oportunidad para apostar por la rehabilitación y la regeneración urbana, un modelo de ciudad más sostenible que respete la ciudad heredada y que suponga oportunidades de empleo y desarrollo para Santander.
DATOS DE LA SAGA FAMILIAR
La saga familiar de profesionales de la arquitectura de la que forma parte, comienza a principios del siglo XX con Javier González de Riancho Gómez (bisabuelo) que junto a Gonzalo Bringas, gana el concurso para realizar el proyecto del Palacio de La Magdalena de Santander. Concurso que le abre las puertas a otros importantes proyectos de la ciudad y del resto de la provincia, como son El Hotel Real, Las caballerizas del Palacio, La casa Pardo (Promontorio) o las escuelas de Revilla, todas ellas obras realizadas en distintos estilos pero en las que siempre se puede encontrar algún detalle de la arquitectura montañesa que defendió y cultivó. Falleció en 1953, mientras dirigía la obra del Banco de Santander en el Paseo de Pereda. Obra en la que recogió el testigo su hijo Javier González de Riancho Mazo (abuelo).
En esta época de mediados del siglo XX, un momento en el que después de una guerra que terminó en 1939 y un incendio que asoló Santander en el año 1941 solo existía, en arquitectura, la urgencia de hacer casas para poder alojar a todos los damnificados por estos graves acontecimientos, a él le tocó ejecutar proyectos de grandes barriadas que paliaran esta necesidad, así Peroniño, Quinta Porrúa, Grupo Ateca… en Santander y otras muchas en la región llenaron su espacio profesional. A él le siguió su hijo Javier González de Riancho Mariñas (padre) que ha ejecutado obras en Santander y Cantabria como las realizadas para el Ministerio de Trabajo, Casa de la UGT en Laredo, Reinosa, Santoña o la rehabilitación de los sindicatos en Santander para las dos grandes centrales sindicales y la patronal. También ha desarrollado Innumerables viviendas y bloques de casas en la provincia y actuaciones emblemáticas como el proyecto de La Talasoterapia del Hotel Real o la Dirección de Obra de la Duna de Gamazo.