23/11/2024

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Jaime Botín ha pedido la nulidad de la causa al considerar que está «prefabricada»

El expresidente de Bankinter Jaime Botín ha reconocido este lunes en el juicio por el presunto delito de contrabando de un ‘Picasso’ que advirtió a la empresa Christie’s de que no quería que el Gobierno español pudiera adquirir el cuadro ‘Cabeza de mujer joven’, valorado en más de 26 millones de euros, ya que su intención era venderlo en una subasta que se realizaría en febrero de 2013.

Así lo ha dicho el hermano del banquero fallecido Emilio Botín a preguntas de la Fiscalía, que le pide cuatro años de prisión y una multa de 100 millones de euros por el supuesto intento de sacar de España un cuadro de Pablo Picasso de forma ilegal para venderlo en una subasta en Londres.

La vista oral, que se prolongará hasta el viernes, ha comenzado con la exposición de cuestiones previas, trámite en el que la defensa de Botín ha pedido la nulidad de la causa al considerar que está «prefabricada» porque la Guardia Civil se incautó de la obra de arte sin la autorización judicial pertinente. Según ha dicho el abogado Javier Gómez Bermúdez, los agentes del Instituto Armado no actuaban como policía judicial e informaron al juez instructor de la localización del cuadro días después.

Asimismo, señala el letrado que no avisaron a las autoridades francesas de que la sentencia de la Audiencia Nacional prohibiendo a Botín sacar dicho cuadro no era firme, pues se había interpuesto un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Sin embargo, tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado se han opuesto a esta pretensión alegando que había un «proceso administrativo» en vigor porque la Administración española estaba interesada en la localización de la pintura y que el propio Tribunal Supremo rechazó el recurso contra la resolución de la Audiencia Nacional.

Ya en el interrogatorio, Botín –que no tendrá que volver al juicio hasta el viernes, última sesión prevista, por si quiere hacer uso de su última palabra– ha explicado a la titular del Juzgado de lo Penal número 27 de Madrid que él mismo preguntó al personal de la empresa especializada en subastas «si había una posibilidad de que al Gobierno le interesara la compra» porque esa operación no era la que le «interesaba».

«NO HABÍA RIESGO»

La cuestión salió a la luz debido a que «era de dominio público» que el Ejecutivo tiene la opción de adquirir un bien por el precio en el que está valorado según la solicitud de exportación. «Me dijeron que eso no iba a ocurrir porque eso es imposible que eso ocurriera», ya que el Gobierno «no se puede gastar la cantidad de la que se habla», 26,2 millones de euros, y que, por tanto, «no había ningún riesgo», ha añadido.

Botín ha contado a la magistrada Elena González Bayón que debido a su interés en vender la obra del pintor malagueño, que data de 1906 y se trata de una de las pocas obras del periodo ‘Gosol’, autorizó en diciembre de 2012 a Christie’s Ibérica, S.L. la presentación y gestión de la licencia de exportación con posibilidad de venta, como dueño de pleno dominio de la obra, ante el Ministerio de Cultura.

En este sentido, ha afirmado que la propia empresa le informó de que eran necesarios «varios permisos de Cultura y que la autorización de exportación era uno de ellos, el esencial, el más importante», aunque no le concretaron «específicamente» de cuál se trataba.

Sin embargo, la autorización fue denegada por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, un organismo consultivo del Ministerio de Cultura en este tipo de expedientes, y así se lo trasladó el entonces responsable de Christie’s en España, Juan Várez, quien según ha dicho el acusado, «se mostró muy sorprendido» porque «no entendía que eso hubiera ocurrido».

«Me dio a entender que ese no era el punto final«, ha indicado, y por ese motivo, pese a la negativa del Ministerio de Cultura, el expresidente de Bankinter mantuvo la reunión que tenía concertada con el personal de la empresa subastadora unos días después, a mediados de diciembre de 2012, para seguir adelante con lo previsto. Así, mostró la obra de arte para que pudieran fotografiarla y preparar la información necesaria para elaborar el catálogo que se presentaría a subasta en febrero de 2013, ha indicado.

En esta línea, el banquero ha subrayado que nunca informó a Christie’s sobre dónde se encontraba realmente el cuadro. Ha señalado durante la vista oral que en esas fechas la pintura de Pablo Picasso, que compró en 1977 a una galería de arte de Londres, estaba en una finca que tiene en Ciudad Real, contradiciendo lo afirmado en el escrito de acusación de la Fiscalía, que indica que estaba en su vivienda de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Así, ha apostillado que debido a que se había concertado dicho encuentro en las oficinas de Christie’s en Madrid, mandó buscar el cuadro al yate de su propiedad, ‘Adix’, que se encontraba atracado en Valencia. También ha recordado que en 2014 contestó a varios requerimientos del Ministerio de Cultura diciendo que ‘Cabeza de mujer joven’ se encontraba en el extranjero porque, concretamente, estaba en su embarcación, el cual está «abanderado en Londres».

EL YATE ES «SU SEGUNDA CASA»

De hecho, ha subrayado que en realidad el cuadro sólo ha estado en España en «tres» ocasiones, entre ellas el día de la reunión con Várez y en la boda de su hija en 2003, pues cuando lo compró ya decidió que quería tenerlo en su yate, la que ha calificado como su «segunda casa», junto a otras obras de gran valor.

Sobre el hecho de que diera instrucciones al capitán del barco, Paul Frederick Goss, para que no dijera nada a nadie sobre este cuadro, ha dicho que lo hizo por «razones de seguridad«, ya que existían informaciones periodísticas sobre el mismo y temía que «alguna organización delictiva» lo robara. Por ello, mandó construir una caja de embalado y esconderlo, ha agregado.

El Servicio Fiscal de la Guardia Civil realizó el 10 de junio de 2015 una inspección en el buque, «requiriendo al citado capitán para que hiciera una declaración de los bienes que estaban a bordo, y aquél, siguiendo las instrucciones de su patrón, y sin que conste su conocimiento de la prohibición de salida del cuadro, no incluyó en el listado esta obra de arte, aunque incluyó otras, relata el escrito de acusación.

EXIGENCIAS DE LA ADUANA FRANCESA

Por último, Botín ha detallado que el cuadro finalmente no fue trasladado desde Córcega (Francia) a Ginebra (Suiza), como era la intención, después de que el barco atracase en el puerto de Calvi en julio de 2015, porque se negó a ceder a las exigencias de la aduana francesa. Ha asegurado que canceló la operación porque le pedían pagar una «cantidad importante» y entonces dedujo que «estaban haciendo algo que no quería que se hiciera, que era una exportación».

En este momento el ‘Picasso’ se encontraba en «tránsito» hacia al Freeport de Ginebra, un complejo de almacenes de arte y obras de valor, donde pensó guardar el cuadro «mientras se decidía cuál era su destino final», es decir, si se conseguía vender o no, ha concluido.

Imagen: cadenaser.com

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