Las dos reuniones negociadoras celebradas este viernes entre el comité de empresa y la dirección de SEG Automotive han terminado sin acuerdo, de modo que los trabajadores están convocados a una huelga indefinida a partir de este próximo lunes, 15 de junio.
Tras ambos encuentros, que se han celebrado a las 8.00 horas en la planta de Treto y a las 16.00 horas en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla), «no se ha llegado a ningún acuerdo que pudiera dar lugar a desconvocar la huelga», ha explicado el comité en un comunicado.
Según el órgano sindical, la «principal discrepancia» radica en la garantía que exigen los trabajadores a la dirección de «mantener su apuesta decidida en la planta de Treto en la evolución, desarrollo y fabricación de productos de 48 voltios, garantizando la producción del BRM y alternadores hasta el año 2025″.
El comité hace esta reivindicación tras el anuncio de la dirección de la factoría cántabra de que la gerencia de SEG presentará un plan de reestructuración y ante la «decidida apuesta» que el grupo pretende llevar a cabo en el centro de Hungría para los productos de 48 voltios.
Ante esto, los representantes de los empleados en la región demandan a SEG Automotive que «mantengan la ocupación total en la planta de Treto».
Por su parte, la dirección de la fábrica de Treto ha trasladado en un comunicado que respeta la convocatoria de huelga pero no la comparte debido a las «suficientes garantías mostradas por SEG Europa y su disposición para establecer un diálogo constante».
En este sentido, destacan que han trasladado al comité dos propuestas: una realizada por SEG Automotive Europa y la otra presentada esta tarde en el Orecla por la dirección de la factoría cántabra.
En ellas, subrayan, accedían a «aumentar las compensaciones» a percibir por los trabajadores de Treto durante el actual Expediente de Regulación de Empleo Temporal, y a ampliar la rotación en las desafecciones para involucrar en ellas a toda la plantilla.
En concreto, aseguran que garantizaban que todos los empleados que no hayan sido desafectados del ERTE hasta ahora («menos de 30 personas») lo sería «al menos una semana antes» de terminar el mes de junio, exceptuando a aquellos que se expresaran en contra por motivos personales.
Además, desde la dirección de Treto subrayan que ofrecían sustituir el complemento de 200 euros brutos al mes por tramos de compensación de 6,66 euros al día para los primeros 40 días de ERTE (equivaldría a 200 euros en 30 días), 8 euros diarios entre las jornadas 41 y 70 de expediente (serían 240 euros en 30 días) y 10 euros diarios a partir del día 71 de ERTE (300 euros en 30 días).
También se comprometía la empresa a respetar, tal y como pidió el comité, el acuerdo para la fábrica de Treto firmado durante el proceso de venta de Bosch al grupo chino ZMJ en el año 2016, que garantiza la exclusividad para producir algunos alternadores en esta planta hasta el 2025, así como su posición como planta líder del grupo. Además, el acuerdo establecía las condiciones económicas en caso de reestructuración.
En los documentos que recogen dichas propuestas, la dirección de la empresa admitía que la situación económica de la compañía «no es buena» y apuntaba que se ha visto agravada por la crisis del Covid-19, que ha provocado una caída del 30% en el mercado de la automoción.
También reconocía los «sacrificios» que se han realizado en Treto con la aplicación de un ERTE y destacaba que la factoría a nivel europeo se comprometía a trabajar y colaborar en encontrar soluciones a los problemas.
Así, decía que el ‘acuerdo de flexibilidad’ firmado el 15 de enero de 2020 «podría ser revisado antes de final de año para adaptarlo a la situación de mercado».
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