23/11/2024

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«Hay una obligación moral de rescatar del olvido a las víctimas del franquismo»

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha reivindicado en Laredo la «obligación moral» de «rescatar del olvido a las víctimas a las que el franquismo intentó olvidar y silenciar«. Lo ha dicho en el homenaje que la villa pejina ha rendido a título póstumo este jueves, 11 de abril, a Ramiro Santisteban, el laredano que sufrió el cautiverio del campo de concentración de Mauthausen.

Un acto en el que se ha reivindicado que los hechos ocurridos durante las épocas de nazismo y fascismo en España y en Europa «no se vuelvan a repetir». Así lo han destacado durante su intervención la ministra y otras autoridades como la vicepresidenta de Cantabria, Eva Díaz Tezanos; la recién nombrada consejera de Presidencia, Paula Fernández Viaña; y el alcalde de Laredo, Juan Ramón López Visitación; quienes han abogado por «recordar a las víctimas para poner fin a la barbarie».

En este sentido, la ministra ha defendido que como Estado democrático y de derecho «tenemos la obligación moral» de «rescatar» la memoria de las víctimas a las que el franquismo intentó olvidar y silenciar», y ha entregado a la mujer y al hijo de Santisteban –Eugenia y Patrick– un certificado de reparación y reconocimiento moral expedido por el Ministerio de Justicia a través de la Ley de Memoria Histórica.

De este modo, ha recordado la «dramática historia» de Santisteban, fallecido el pasado 25 de febrero en París, compartida con «miles» de españoles que tuvieron que exiliarse o perdieron la vida y la libertad «simplemente por ser demócratas» y estar comprometidos con los valores «que hoy nos hacen ser lo que somos» y que están recogidos en nuestra Constitución, ha dicho.

Además, coincidiendo con el 80 aniversario del fin de la Guerra Civil, ha añadido que los republicanos españoles, que «defendieron con sus vidas nuestra democracia y nuestra libertad», padecieron el «doble drama» de huir de los fascistas y de encontrarse «apresados» por el nazismo alemán.

Así, Delgado ha señalado que se les marcó con un triángulo azul como apátridas porque Franco no les reconocía como ciudadanos españoles, y ha contado que el propio homenajeado dijo en una ocasión que su DNI era francés «porque su país le había abandonado, pero su corazón seguía siendo español».

Por eso, ha mostrado sus «sentimientos encontrados» en el día de hoy, por un lado de «profunda tristeza por lo que perdimos hace 80 años con nuestro exilio» y, por otro, de «alegría» porque «estamos recordándolo» y homenajeando a una persona que luchó «por la verdad, la justicia, la libertad, la reparación y sobre todo por la no repetición».

Así, ha hecho hincapié en que hechos como los que se vivieron en España a partir de 1936 y después en la Europa nazi y fascista «no se pueden volver a repetir», y ha añadido que recordar a las víctimas «es la mejor forma de seguir luchando por ellos y por sus ideales», que son los que «ahora mismo tenemos nosotros» y por ello deben «ser incorporados a la memoria colectiva».

«LA DESMEMORIA QUE NOS AQUEJA»

En la misma línea, Díaz Tezanos ha dicho que las víctimas «merecen todo nuestro reconocimiento» y que este acto sirve para tomar conciencia de «la desmemoria que nos aqueja» y del «injusto y despectivo silencio» al que «sometemos a personas que lucharon por ideales de la democracia».

Además, ha lamentado que la historia ha sido «a veces más benévola con los brutos» que con las personas que las padecieron. En cuanto al homenajeado, ha dicho que creció entre el pensamiento sindicalista y socialista de su entorno y dedicó su vida a «combatir los olvidos» y «remover conciencias» para hacer justicia con quienes «hicieron bandera de la atrocidad».

Así, ha destacado que ahora que «se oyen voces que quieren borrar la memoria histórica» y quieren «dar marcha atrás a derechos y libertades» o «niegan el auxilio a personas refugiadas», es «más necesario que nunca» tener presentes a personas como Santisteban y su llamamiento a que «nada se olvide» y a que las generaciones futuras «no se dejen secuestrar jamás la libertad».

También la consejera de Presidencia se ha posicionado en esta idea, deseando que actos como este «sirvan de ejemplo para que hechos como aquellos nunca más vuelvan a suceder», y recordando la «importantísima labor» desarrollada por Santisteban para que se conozca su realidad y en representación de unos valores de «libertad y lucha por la justicia frente a la barbarie».

Así, también ha insistido en que aquellos acontecimientos «no pueden ni deben repetirse» y en que «somos dados a pensar que lo que le sucedió a generaciones pasadas, pasado está», y en ocasiones «desgraciadamente nos equivocamos». «Aprendamos de los errores de la historia», ha concluido.

100 CÁNTABROS

Por último, el alcalde de Laredo ha recordado que de los casi 10.000 españoles que estuvieron en los campos de concentración, 100 eran cántabros y 11 laredanos, y ha dicho que aunque «siempre ha habido barbarie en la historia», en la actualidad está surgiendo una «novedad esperanzadora»: la idea de que «hay que acordarse de las victimas para poner fin a la barbarie».

En este sentido, ha criticado que la humanidad «se ha acordado poco de las víctimas y se ha centrado en los vencedores«, pero ya hoy «estamos convencidos de que hay que asociar a las víctimas a los conceptos de justicia, verdad y reparación, y hay que ajustar estos a un objetivo que cada día es «más urgente y necesario«, como es la adopción de medidas educativas, culturales y políticas dirigidas a toda la sociedad que «garanticen la no repetición de errores como el nazismo».

El acto, que se ha celebrado frente al monumento dedicado a los 11 laredanos que estuvieron en los campos de concentración, ha contado también con la presencia de la presidenta del Parlamento cántabro, Dolores Gorostiaga, y la portavoz de la Amical de Mauthausen, Marisol González, que ha pedido que se reconozca a las víctimas del nazismo en el Boletín Oficial del Estado (BOE) con los mismos derechos que a las de terrorismo.

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