Los consejeros de Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia han expresado su profundo malestar con la actitud de la ministra Ribera y del secretario de Estado Hugo Morán que “ni siquiera han respondido a su solicitud de celebrar reuniones al más alto nivel para tratar ese asunto”.
Lamentan la falta de diálogo y consenso por parte de los representantes del Ministerio y a la vez denuncian la debilidad de esta decisión alcanzada por una mayoría “muy ajustada y nada representativa” en cuanto a presencia del lobo en las diferentes comunidades.
Los consejeros han recordado que “son precisamente sus comunidades las que hoy, como en las últimas décadas, han sido las auténticas garantes de la conservación del lobo y responsables de la gestión de un conflicto en el que los principales afectados, que son los ganaderos y nuestras zonas rurales, al parecer no gozan de la capacidad de influencia ante un Ministerio, que también dice afrontar el reto demográfico, que sí parecen tener ciertos lobbys ecologistas y animalistas”.
“La postura que hoy ha defendido el MITERD va en contra de la propia Estrategia de Gestión y Conservación del lobo ibérico aprobada por el Ministerio con el consenso de todas las comunidades en unos tiempos en los que la especie era muchísimo menos abundante que en la actualidad, y aun así se consideraba su conservación compatible con su consideración como cinegética, no atendiendo tampoco a las consecuencias legales y económicas que tendrá este cambio, en contra de las legislaciones de las Comunidades Autónomas”, lamentan.
En el caso de Cantabria, el consejero Guillermo Blanco ha calificado la decisión de un ataque frontal contra el desarrollo de nuestros pueblos y de nuestro sector ganadero, por lo que ha asegurado que su departamento va a hacer todo lo que está en sus manos para impugnar una decisión que “no vamos tolerar y que vamos a recurrir en todos los ámbitos judiciales porque carece de cualquier rigor técnico y está tomada sin ningún consenso”.
Ha recordado que, tal y como trasladó a la ministra, que “la única especie en peligro de extinción es el ganadero”, por lo que ha abogado por proteger al lobo, “pero no a costa de echar a los ganaderos de sus casas”. “Si hacemos eso, vamos a dejar que los pueblos desaparezcan”, ha opinado Blanco, quien ha advertido que “el futuro del sector está en juego y, desde Cantabria, no vamos a permitir este atropello”
Los representantes de las cuatro comunidades autónomas solicitan al Ministerio que abandone “la política de imposición” de una iniciativa que daña gravemente a los intereses generales de los ciudadanos de nuestras comunidades “en unos momentos en los que lo que procede no es dañar a nuestro castigado medio rural sino apuntalarlo, que es el camino contrario al emprendido”.