«Esto va más allá de un debate lobo sí/lobo no», «estamos hartos/as y cansados/as de que se nos utilice como bandera de unos intereses económicos y partidistas», «turismo y vaciamiento al que se quiere condenar a tantas regiones de montaña», «movimiento por la tierra, pastoralista, contra el cambio climático, por la agroecología y un futuro rural», es parte del contenido de una iniciativa del sector primario español. Sector sobre todo del Norte de España: Galicia, Castilla y León, Asturias, Cantabria, País Vasco y lo estudia Navarra. Reproducimos a continuación el manifiesto íntegro:
Por un Futuro para el Pastoreo
El día 5 de Febrero, desde el Gobierno , se ha impuesto por el Artículo 33 la Protección del Lobo en todo el país , en un proceso de muy dudosa legalidad, incluyendo votos de ciertas Comunidades Autónomas, muchas de ellas sin poblaciones de lobo, y no de otras, y repitiendo votaciones hasta romper el empate.
Esto hace que todos los Planes de Gestión del Lobo de las Comunidades en las que está dándose esta problemática se desmoronen, y que al centralizar la «gestión», bien lejos de los territorios, se acentuará la parálisis que se viene sufriendo en las últimas décadas. Esto va más allá de un debate lobo si/lobo no. No queremos el exterminio de ninguna especie, el pastoreo en esencia protege y promueve la vida, en el campo. Se trata de que una vez más se nos arrebata nuestro papel en ello, nuestro poder de gestión y autonomía
Con ello se pone en cuestión el futuro de muchas personas que apuestan por este modo de vida, con muchas dificultades, para complacer a colectivos que en buena medida desconocen lo que se vive desde el sector. El resultado será el abandono de los pocos jóvenes que han querido ser pastores, llevar a muchas explotaciones al cierre, al deterioro de los ecosistemas vinculados al pastoreo y a la intensificación hacia un modelo de ganadería industrial y macrogranjas.
Es hora de superar el conservacionismo de salón con agroecología, concejo abierto y Ecología Social, dando autonomía y voz a quienes hacen del buen manejo de los recursos naturales su modo de vida. Se sabe ya del gran valor de la ganadería extensiva, conservando razas autóctonas, fomentando biodiversidad silvestre asociada, mejorando la fertilidad de los suelos, previniendo incendios, y otros muchos servicios ambientales. Pero es que además es la forma de mantener pueblos vivos, montañas habitadas, comunales en uso y un rico patrimonio de culturas de manejo, nombres y fiestas, de soberanía alimentaria. Ahora más que nunca, frente a la crisis climática del petro-industrialismo y la acumulación de la población en las ciudades, y frente a la concentración de la tierra y la riqueza en manos de unas pocas compañías que buscan la tecnificación de un campo vaciado, afirmamos que el futuro está en un campo vivo y pastoreado, y no en distopías de re-asilvestramiento que ignoran la realidad de nuestros agroecosistemas y desdeñan lo que con tanto esfuerzo dejaron nuestros mayores. El pastoreo a las administraciones les resulta peligroso porque somos apenas los últimos custodios del territorio con una independencia. Somos un nexo de conexión con un pasado campesino que podía vivir con una gran autonomía y organización local. Guardamos un saber que dejará de ser «folklórico» cuando la crisis apriete.
Muchas de las nuevas personas que apostamos por el pastoreo somos jóvenes y mujeres, algunos de la ciudad, otros hemos vuelto a retomar lo que nuestros mayores construyeron, con mirada abierta e inclusiva, pero sobre todo, más allá de nuestro origen, nos acercamos al buen «saber hacer» local y tradicional. No queremos que autoritarismos y un centralismo ciego desplomen de un plumazo nuestra labor. Jóvenes y mujeres que dijeron basta a agolparse en ciudades que empobrecen la existencia y nos vuelven dependientes, con casi un 50 % de paro, cuando el 80 % de nuestro país está en riesgo de abandono. Iberia es mayormente tierra de ovejas y cabras, de ganados que trashuman y de majadas que resuenan de cencerros de vacas en verano y por ello ponemos nuestro empeño frente a la tristeza culpable y alienada de quienes sueñan con edenes salvajes desde el sofá.
Estamos hartos/as y cansados/as de que se dictamine y organice cómo vivimos desde despachos ajenos al medio, de que se obstaculice y dificulte toda iniciativa para empezar una explotación de ganadería extensiva, una primera instalación o la transformación artesanal alimentaria. En vez de premiar e incentivar, el ritmo de destrucción de los sistemas tradicionales es acelerado, pero no es sustituido por nada mejor, si no simplemente abandono y negligencia. No debemos permitir la desaparición del pastoreo, actividad que ha ido originando un ecosistema milenario que ha cincelado aquellos paisajes de los que vive el mismo turismo rural. Turismo y vaciamiento al que se quiere condenar a tantas regiones de montaña, » desfavorecidas «, antaño potencias ganaderas, que quedarían como tierra ya únicamente de lobos, «aventuras» de fin de semana y safaris fotográficos. Pedimos planes de gestión claros, con participación del sector y transparencia, y que se dispongan medidas reales que se ajusten a cada territorio para el impacto que los predadores suponen. Exigimos que se actualicen censos, en algunos casos con más 6 años sin actualizar.
Estamos hartos/as y cansados/as de que se nos utilice como bandera de unos intereses económicos y partidistas ajenos a nosotros, proclamando desde las administraciones que se apuesta por el medio rural, el reto demográfico, la transición ecológica, o la ganadería pero que en el día a día lo que tengamos es dictadura maquillada, ausencia de la capacidad de acción, voz y reconocimiento. ¡LOS PLANES DE GESTIÓN DEBEN INCLUIR A LOS AFECTADOS EN ELLOS! ¡NO QUEREMOS IMPOSICIÓN! Y no la aceptaremos. Así como los medios pueden ignorar durante más de dos meses los cientos de miles de campesinos que en la India resisten en las calles de la capital contra leyes neoliberales impuestas que solo favorecen a las multinacionales del agronegocio, como un eco de las protestas agrarias que hace un año sembraban nuestro país que sólo la pandemia pudo acallar, y nos silencien en connivencia con la agroindustria que tumba los precios en origen, nos sumamos a un necesario movimiento por la tierra, pastoralista, contra el cambio climático , por la agroecología y un futuro rural.
#salvemoslaganaderiaextensiva #unaleyjustaparatodos #Ganaderos #pastoralismo #cabras #Vacas #ovejas
Este llamado lo firman una serie de iniciativas y personas que participan del movimiento pastoralista y por la ganadería extensiva de base, ajenas a todo partido político o sindicato, tales como Pastores en Resistencia, Plataforma DeYerba, Asociación de Productores de Ganado Criado a Pasto, Campo Adentro, Ganadería Cambureru, Federación Estatal de Pastores, Cortijo El Manzano, antiguos alumnos de la Escuela de Pastores de Picos de Europa, y antiguos alumnos de Escuela de Pastores de Sierra de Guadarrama , SOMOS Sierra Norte de Sevilla , Asoc. La Dula Trashumancia de Teruel, Hermandad de Pastores de Badajoz, Ganaderos Sierra de Somosierra , Asociación de Criadores de Asturiana de los Valles, Asociación de Criadores de Asturiana de Montaña, D.O.P productores Queso de Cabrales, Movimiento Asturiano de Resistencia Rural, Asociación de Ganaderos de Liébana, Asociacion de propietarios de Fincas en el Parque Nacional de Picos de Europa – Cantabria, Asociacion Vuelta al Campo – Navarra, Fédération de Defensa del Pastoreo- Francia ( en solidaridad), Asociación vecinal Los Montes de Piloña – Asturias, Asociación de Pastores de los Picos de Europa, Consejo de Pastores de Cangas de Onis
-Los firmantes individuales se publicarán más adelante, solo si están con nombres y apellidos, al igual que el de entidades de otros ámbitos que simpaticen con el pastoreo y la ganadería en extensivo –