El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha mostrado contrario al uso de las mascarillas en las playas, pero ha señalado que acatará la medida. «Es un incordio tremendo tener que estar en la playa con la mascarilla y pasear con ella», ha valorado.
«A mí no me gusta», ha opinado Revilla a preguntas de la prensa sobre el uso obligatorio de la mascarillas para pasear por la playa, para quien «no es una buena medida», pero ha señalado que acatará lo que acuerden las autoridades sanitarias.
En este sentido, el presidente autonómico ha sostenido que en las playas «es muy difícil contagiarse» porque «corre el aire» y se ha referido a los espacios cerrados donde no se usa la mascarilla como los lugares donde «más contagios hay» por Covid.
Así, ha apuntado que cuando se produzcan las «aglomeraciones» en las playas de Cantabria, en los meses de julio y agosto, «ya estaremos inmunizados para esas fechas el 50 por ciento de la población».
A su juicio, el «riesgo» de contagio, según le indican los expertos, en lugares abiertos es «prácticamente insignificante» y en las playas «es muy pequeño».
«Al final tendríamos una cara que tendría dos partes, una parte morena otra blanca, eso sería un espectáculo cómo íbamos a quedarnos. Yo menos mal que estoy siempre del mismo color, pero llega el señor pálido y le haces una bandera sin que se de cuenta», ha sentenciado.