El Partido Popular ha pedido hoy al Partido Regionalista de Miguel Ángel Revilla que se oponga a la declaración de un Estado de Alarma de seis meses porque es un error que va a generar un destrozo aún mayor a la economía cántabra.
“Es su obligación defender a las empresas, las pymes y los autónomos”, ha afirmado la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, quien ha advertido de que esta declaración supondría el peor mensaje para las ya malas expectativas económicas.
Según la dirigente popular, una declaración hasta mayo es demoledora para el sector turístico y los servicios; genera alarma y envía un mensaje de desconfianza en la economía del país que es un error.
Buruaga ha subrayado que el PP no cuestiona las restricciones que haya que adoptar para frenar la pandemia ni tampoco un marco regulatorio homogéneo común que lleva pidiendo mucho tiempo, sino que se recurra a un mecanismo que es una excepcionalidad constitucional durante un plazo de seis meses, porque sí hay alternativa a una medida que da carta blanca al Gobierno para todo, debilitando los contrapesos democráticos.
Y es que, según ha recordado la presidenta del PP, la declaración del Estado de Alarma es el único instrumento que tiene ahora mismo el Gobierno para que las comunidades autónomas puedan adoptar medidas con seguridad jurídica porque ha dejado pasar el verano sin adaptar la legislación ordinaria, sin aprobar el Plan B que está registrado en el Congreso desde el mes de agosto.
Por ello, ha instado a los regionalistas a sumarse a la propuesta del PP para limitar la declaración del Estado de Alarma a ocho semanas para salvar la campaña navideña y la Semana Santa y dar tranquilad a los ciudadanos mientras se tramita un Plan B jurídico.
“De los socialistas ya sabemos qué podemos esperar, su apoyo incondicional a prorrogar el Estado de Alarma durante seis meses sin control parlamentario ni judicial. Ahora el PRC tiene que decir de qué lado está”, ha dicho.
Según la presidenta de los populares cántabros, sin salud, seguridad y certezas no hay economía y los cántabros están hartos del caos, la desconfianza y la confusión de Pedro Sánchez y de las contradicciones del Gobierno de Revilla.
Y ha recordado que el presidente ha pasado de invitar a todos los españoles a visitar Cantabria durante el puente del 12 de octubre a adelantar el cierre de la hostelería; de afirmar que la situación estaba controlada a calificarla de preocupante pero no alarmante, y de decir que aquí no se iba a decretar ningún Estado de Alarma ni toque de queda a defenderlo probablemente porque le viene bien a Sánchez.