El superávit del sector turístico y de viajes suma 28.735 millones de euros en los ocho primeros meses del año, lo que supone una leve caída del 0,2% con respecto al mismo periodo del año 2018, 54 millones de euros menos, según se desprende de los datos de la balanza de pagos del Banco de España, que refleja el retroceso registrado en julio (-5,7%) y en agosto (-1,3%) en plena temporada de verano.
Este resultado es consecuencia de unos ingresos de 42.371 millones de euros de enero a agosto, lo que supone un aumento del 3,4% con una mejora de 1.388 millones de euros, derivados del gasto turístico extranjero que revierte a España, y de unos pagos de los españoles al exterior de 13.636 millones de euros, un 11,8% más.
De enero a septiembre, España mantuvo el nivel de llegadas internacionales con 66 millones de turistas extranjeros, según los datos de la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), que gastaron en sus viajes a nuestro país 71.773 millones de euros (+2,5%), según Egatur. Los ingresos por turismo reflejados en la balanza de pagos se refieren al gasto de los turistas extranjeros que revierte a España y no incluyen, por tanto, el gasto realizado en el origen, por ello difieren.
El gasto medio por turista que visita España se sitúa en 1.084 euros (+2,4%), mientras que el gasto medio diario crece un 6%, hasta los 146 euros. La duración media de los viajes es de 7,4 días, algo menor.
En cuanto a las pernoctaciones en el conjunto de alojamientos turísticos colectivos españoles (hoteles, apartamentos, campings, casas rurales y albergues) cayeron un 0,8% en septiembre en tasa anual (con un descenso del 2,1% de los no residentes pero un aumento del 1,9% de residentes), según datos provisionales del INE. Del total de pernoctaciones, un 75% corresponde a hoteles y un 25% a alojamientos turísticos extrahoteleros. La estancia media baja un 1,3% (3,7 pernoctaciones por viajero).
DESACELERACIÓN.
El Banco de España ya ha advertido de que una prolongación en los próximos meses de la tendencia de desaceleración del turismo no residente hacia España, que supone el 60% de la actividad del sector, podría conducir a que 2018 sea el primer año desde 2009 en que el crecimiento de la industria turística en nuestro país sea inferior al del PIB.
De su lado, el ‘lobby’ turístico Exceltur, que reúne a una treintena de empresas turísticas, ha rebajado en dos ocasiones sus previsiones anuales de crecimiento para el sector al 2% –frente al 2,6% y el 3,3% estimados anteriormente– por el descenso de la demanda extranjera. Es la primera vez en una década que el turismo puede crecer por debajo del conjunto de la economía (+2,7%).
Y es que los ingresos por turismo y viajes en la balanza de pagos comenzaron el año marcando una senda de crecimiento pero con valores inferiores a los primeros meses de 2017, con lo que la rúbrica de pagos por turismo minora algo el ritmo acelerado registrado el pasado año. Eliminando el efecto calendario y estacional la media es un incremento del 4%, un tono desacelerado en relación a los años 2016 (+11%) y 2017 (+8,5%).
España cerrará 2018 con un total de 81,2 millones de turistas internacionales, lo que supone un 0,8% menos con respecto al récord de 2017, según las estimaciones conforme a los datos del informe Coyuntur. Pero este descenso de visitantes será compensado con un incremento del gasto que se calcula crezca un 2,8% hasta cerrar el año cercano a los 89.440 millones de euros desembolsados por los turistas internacionales.
En 2017, el sector turístico logró un superávit de 40.570 millones de euros superando la barrera de los 60.000 millones de euros en ingresos. España batió por quinto año consecutivo todos los registros: 81,4 millones de visitantes. Si no se alcanzaron los 82 millones de visitantes extranjeros fue por las caídas registradas en Cataluña desde el 1-O (casi 230.000 visitantes), que pese a ello sigue liderando como primer destino en entradas.