«Enorme presión» en lugares como Áliva, el valle del Cares, los lagos de Covadonga o la collada de Pandébano, según Equo.
La representación territorial del partido Verdes Equo en Asturias, Cantabria y Castilla y León, comunidades autónomas implicadas en la gestión del Parque Nacional de Picos de Europa, considera que este espacio «está en peligro» por la «proliferación» de actividades turísticas de todo tipo y la «presión humana» que sufren las zonas más concurridas, y que hacen peligrar su «delicado» estatus medioambiental.
En nota de prensa, Equo señala que, aunque el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque recoge que la gestión del uso público «se fundamentará en criterios de calidad, evitando la masificación» y se desarrollará «de forma compatible con la conservación de sus valores naturales y culturales» en los últimos años han proliferado «actividades turísticas de todo tipo».
Además, señala que entre las actividades que se proponen hay una «escasez tremenda» de las enfocadas a la sensibilización y educación ambiental, mientras que hay «un abanico muy amplio» de otras que pueden provocar un «importante impacto ambiental negativo» sobre los valores naturales de este espacio natural protegido.
Para Equo, el PRUG que se pretende aprobar para el Parque de Picos dentro de la Red Natura 2000, aunque supone «mejoras» respecto a la situación previa, sigue siendo «un peligro» para la integridad del Parque y para el cumplimiento de la Ley de Parques Nacionales.
Entre otras razones, cita el aumento de pistas habilitadas a la circulación de vehículos, permitiendo el acceso «al mismo corazón» del Parque desde las tres comunidades, así como el «escaso control» del mismo, lo que supone en muchos casos una «enorme presión» en lugares como Áliva, el valle del Cares, los lagos de Covadonga o la collada de Pandébano.
Señala además que «no hay personal suficiente» adscrito al Parque para poder desarrollar adecuadamente todas las tareas previstas en el propio PRUG, incluyendo las de educación y sensibilización.
En la parte presupuestaria, para Equo queda «bastante patente el enfoque real», ya que se destinan casi 6 millones de euros para atender el uso público, mientras que para investigación hay 3.000 euros, 270.000 para educación ambiental y 265.000 para participación ciudadana. «Todo este presupuesto para un período de 10 años», señala, por lo que resultan partidas económicas «exiguas».
En concreto, y en el caso de Cantabria, a Equo le preocupa la necesidad de estabilizar al personal que trabaja en el Parque y la necesaria ampliación de la plantilla, el acceso de cada vez más vehículos por la pista de Espinama (sin aparente control), y la generación de residuos en el entorno del teleférico de Fuente Dé por la afluencia de personas.
Destaca asimismo, el gasto «excesivo» para el cableado eléctrico destinado al Refugio Hotel de Áliva (en lugar de hacer una instalación fotovoltaica), así como el estado de «descuido» del edificio de centro de interpretación del parque.
Por ello, insta a las administraciones regionales competentes de las tres comunidades afectadas a «repensar» el presupuesto general y la distribución de las partidas para poder cumplir «efectivamente» los objetivos de este emblemático Parque, centrando sus actuaciones en la información y sensibilización ambiental de todos sus vistantes.
Además, solicita al Consejo Rector del Parque que se haga pública y facilite el «detalle» de las licencias de acceso rodado que en vigor en el Parque, información sobre los sistemas de control de acceso de vehículos a las zonas restringidas y las sanciones impuestas por este motivo, y el listado de personal adscrito en exclusiva a labores propias del Parque, así como los estudios científicos y técnicos sobre la flora y la fauna, y su estado de conservación, y el catálogo de especies y de hábitats protegidos por directiva europeas.