El pleno reclamará medidas concretas para responder a la demanda de los consumidores de un cargador único para móviles, lo que ayudará también a reducir los residuos electrónicos.
En un debate el 13 de enero, los eurodiputados resaltaron que no se puede dejar pasar la oportunidad de actuar cuando el beneficio para los consumidores y para el medio ambiente coinciden.
El Parlamento plantea, entre otras ideas, que la Comisión fije un estándar para un cargador único y medidas para mejorar el tratamiento de la basura electrónica. Algunos eurodiputados también proponen permitir la venta por separado del cargador en los nuevos dispositivos móviles.
Contexto
La directiva de 2014 sobre equipos radioeléctricos ya reclamaba el desarrollo de un cargador único para todos los modelos de móvil, tabletas, libros electrónicos y otros dipositivos portátiles, y también daba a la Comisión competencias para impulsar este objetivo a través de un acto delegado.
El enfoque de la Comisión, que se ha limitado a “animar” a la industria a avanzar hacia el cargador único resulta, según el Parlamento, insuficiente. Los acuerdos voluntarios entre distintos fabricantes no han logrado el objetivo perseguido. La Comisión destaca, no obstante, que se han hecho progresos: mientras en 2009 había más de treinta tipos de cargador, en la actualidad hay principalmente tres.
Se calcula que los residuos electrónicos representan alrededor de 50 millones de toneladas métricas al año en el mundo, lo que supone una media de 6 kilos por persona. En Europa en 2016 la basura electrónica alcanzó los 12,3 millones de toneladas métricas, equivalentes a 16,6 kilos por habitante.