El Banco Santander invertirá un total de 60 millones de euros en reformar sus dos sedes «emblemáticas» en la ciudad que vio nacer a la entidad financiera, la del Paseo Pereda y la de la calle Hernán Cortés, cuyas obras de transformación llevarán a cabo el prestigioso arquitecto David Chipperfield y el estudio Cruz y Ortiz, respectivamente.
En el caso de la sede social del banco, la del Paseo de Pereda, que pasará a ser un centro cultural, se acristalará parte del característico arco del edificio y se abrirá la terraza superior con un café-bar, mientras que la de Hernán Cortés será la sede territorial de la entidad y también contará con una azotea acristalada accesible.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, que ha presentado los dos proyectos en un acto celebrado en el Palacete del Embarcadero de la capital cántabra, ha confiado que las obras de remodelación de ambos edificios puedan comenzar «en un año», aunque ha dicho que eso está ya «en manos» del Ayuntamiento y el Gobierno regional, y el plazo de ejecución de los trabajos será de 36 meses en la sede del Paseo Pereda y 20 en la de Hernán Cortés.
Unas obras que, además, ha anunciado que serán ejecutadas y contarán como proveedores con empresas de Santander y Cantabria, porque en el pliego de condiciones que se publicará en breve «será condición» para que los trabajos den empleo en esta tierra.
Tras repasar la historia de ambos edificios y su vinculación con la entidad, Botín ha ensalzado que el Banco refuerza su «compromiso» con Santander y Cantabria a donde quiere «traer el mundo» de la mano de este proyecto cultural en la sede del Paseo Pereda que, por primera vez, se abrirá completamente al público.
Y lo hará, según ha avanzado Botín, con la exposición del millar de piezas de la colección de arte del Grupo Santander, con piezas de El Greco, Rubens, Picasso, Miró o Chillida, una colección «única» de la evolución del dinero –monedas y billetes– con piezas desde el siglo III a.C. o tapices de los siglos XVI al XVIII, y a todo ello se sumará exposiciones temporales.
«Lo que queremos que representen estos dos edificios es que los clientes y no clientes quieran venir al Banco», ha dicho Botín, que ha confiado en que abrir el edificio del Paseo Pereda como centro cultural e innovador y crear una moderna oficina en Hernán Cortés, con acceso del público también a la azotea, «sea un proyecto transformador».
En el caso del proyecto del Paseo Pereda, Botín ha dicho que el Banco Santander quiere que «sea más que un museo» y, por ello, contará con espacios polivalentes con tecnología para ayudar a los emprendedores de Cantabria. «Una combinación de algo que ayude a la comunidad y le inspire a través de la cultura, pero que también contribuya a impulsar la visión del banco», ha añadido.
Una visión de crecimiento que ha hecho que la entidad tenga 140 millones de clientes en todo el mundo y que, plasmada en este proyecto, Botín espera «traer el mundo a Santander, traer lo mejor del banco y de todos los lugares en los que está presente» para «devolver a Cantabria y Santander todo lo que nos ha dado y ayudara un crecimiento sostenible e inclusivo y que ayude a generar una sociedad más próspera».
REGALO PARA SANTANDER Y CANTABRIA
Junto a Botín, han intervenido en la presentación del proyecto de transformación de las sedes el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, y, como no, ambos han mostrado su agradecimiento a Ana Botín y a toda la familia Botín-O’Shea por «regalar» este nuevo proyecto a la ciudad y a la comunidad, con el que «revalidan su compromiso y su vínculo» con la tierra donde nació la entidad financiera.
Por su parte, la alcaldesa de Santander ha destacado la «oportunidad» que representa este proyecto por la «puesta en valor de dos edificios emblemáticos» y por la transformación de la sede del Paseo Pereda en un centro cultural y social, con exposiciones que volverán a situar a la ciudad como «referencia internacional» en el mundo de la cultura.
Igual también ha ensalzado que este proyecto «ambicioso» y con «una inversión importante» supone «un paso hacia delante» para la ciudad porque se sumará al próximo centro asociado del Reina Sofía, el Centro Botín, el Anillo Cultura o el barrio de La Florida.
El presidente cántabro, que ha agradecido que la familia Botín y el Santander sigan «dejando huella en esta tierra», ha pedido a Ana Botín que le «gustaría inaugurar este centro como presidente». «Ana, te tengo que pedir una cosa. Tengo 76 años y me gustaría inaugurar este centro como presidente. Hazlo por favor, no me obligues a presentarme otra vez a las elecciones», ha dicho Revilla en «broma».
PASEO PEREDA: ACRISTALAMIENTO DEL ARCO Y TERRAZA SUPERIOR
El arquitecto David Chipperfield es el encargado de «transformar» la sede social del Paseo Pereda con un actuación en la que destacarán el acristalamiento de parte del característico arco del edificio, aunque mantendrá espacio para que continúe pasando por debajo el tráfico, y la apertura de la terraza superior del edificio con un café-bar para que santanderinos y visitantes disfruten de las vistas «únicas».
Chipperfield ha explicado que, a través del acristalamiento de parte del arco inferior del edificio, ha tratado de que sea «más permeable y amigable» pero que continúe manteniendo la connotación «cívica» para los santanderinos y siendo el «puente» que conecta la bahía con el ensanche de la ciudad.
La intervención en el arco será lo más llamativo del proyecto y no sólo por el acristalamiento de parte del mismo, sino porque será una pasarela a través de la cual se conectarán los dos bloques del edificio y porque en el centro se creará una escalera por la que se podrá subir a la terraza superior, en la que, además de una cafetería, se incrementará en altura para crear en lo más alto una sala multiusos acristalada.
En cuanto al resto del edificio, contará con extensas galerías de exposición, para la muestra permanente y otras temporales, salas multiusos y áreas con tecnología.
HERNÁN CORTÉS: MODERNA OFICINA Y ACCESO A LA AZOTEA
En cuanto a la remodelación del edificio de Hernán Cortés, donde pasará a ubicarse la sede territorial de Banco Santander, se transformará en una «moderna oficina» pero será también un edificio «abierto» al que el público podrá acceder a la azotea, donde se generará un gran área acristalada.
En esta zona, a modo de lucernario, habrá una estructura chandelier también de cristal desde la que entrará la luz natural al edificio, en el que, según ha explicado el arquitecto Antonio Ortiz, se aprovechará el sótano, en donde antiguamente estaban las cajas fuertes, para crear un patio central con despachos o salas a los lados, mientras que en la planta principal estará la oficina y en la segunda y la tercera planta más despachos y salas