El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), ha advertido que el coronavirus «sigue estando ahí» y, de cara a la transición de Cantabria hacia la fase 3 de la desescalada, ha abogado por la prudencia y ha señalado que «hay que ver cómo se comporta la epidemia a lo largo de esta semana para estar seguros del cambio de fase».
Así lo ha afirmado este miércoles Rodríguez en el marco de una reunión que ha mantenido en Valdecilla con todos los gerentes del Servicio Cántabro de Salud (SCS), incluidos los de Atención Primaria y los cuatro hospitales de la región, y en la que también ha participado el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga.
Rodríguez ha destacado el hecho de que hace una semana que Cantabria no registra ningún fallecimiento con coronavirus, algo que, según ha dicho, es una «gran noticia».
Sin embargo, ha añadido que, aun así, cada día se encuentran casos nuevos, lo que, según ha advertido, quiere decir que «el virus sigue estando ahí y que no se puede bajar la guardia«. Sí ha reconocido que en estos momentos la cifra de contagios es «asumible», lo que, según ha explicado, permite realizar el estudio de contactos correspondiente para «tomar las medidas preventivas que eviten la transmisión de la enfermedad».
Por su parte, Zuloaga ha opinado que si en Cantabria se sigue con ese ritmo en el cumplimiento de las normas del Estado, la comunidad entrará en la fase 3.
Durante la reunión con los gerentes del SCS, Zuloaga y Rodríguez han animado a los profesionales sanitarios, visto el «aprendizaje que han adquirido» en los últimos meses por el coronavirus, a plantear «todas las propuestas que consideren necesarias que nos ayuden a enfrentarnos a otras situaciones como esta».
Por su parte, el presidente de Cantabria, Miguen Ángel Revilla, anunció tras la conferencia de presidentes de Comunidades Autónomas que el Gobierno regional solicitará pasar a la fase 3 de la desescalada la próxima semana, ya que considera que el coronavirus está “bajo control”.