La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha defendido que el faro de Ajo, ubicado en el municipio de Bareyo, debe mantener su apariencia exterior «tal y como está», pintado de blanco, para cumplir tanto con la normativa urbanística como para que pueda seguir prestando su función de guía en el mar. La presidenta de la formación ha manifestado que «el color blanco es imprescindible para que pueda cumplir su función que es la servir de guía a la gente de la mar«.
De esta forma, Buruaga se ha mostrado contraria a que se lleve a cabo la intervención prevista del artista Okuda San Miguel en este edificio, consistente en transformarlo en un faro multicolor con el habitual estilo que caracteriza al prestigioso artista, una actuación que ha generado polémica entre quienes la apoyan, como por ejemplo, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y algunos colectivos que piden que no se efectúe.
Buruaga, que ha realizado estas declaraciones en el marco de una visita a Bareyo donde ha mantenido un encuentro con miembros del partido en el municipio, ha aclarado que «nadie cuestiona» la talla artística de Okuda –de hecho ha reconocido que a ella «le gusta»– pero ha considerado que la decisión de pintar o no un faro de colores no debe ser «una cuestión de gustos», más cuando el proyecto tiene detrás a Administraciones Públicas que están «obligadas, como todos los demás, a respetar, las normas».
En este sentido, la líder de los populares cántabros ha afirmado que hay un normativa urbanística que otorga al faro de Ajo «un nivel de protección integral» y «obliga» a mantener su aspecto exterior y su color.
Además, Buruaga ha defendido que el color blanco de este faro «no solo forma parte esencial de la identidad» del mismo, sino que es «imprescindible» para que pueda seguir cumpliendo su función: «la de servir de guía a las gentes de la mar».
«Conservar sí, complementar con iniciativas culturales su entorno, también, pero intervenir por intervenir no y mucho menos aún para desnaturalizar lo original, lo colectivo, que es de todos, y desponjarlo de su función», ha zanjado.