Desde Cruz Roja Cantabria se apunta que el sábado 6 de junio el equipo estará preparado, pero desde el Ayuntamiento de Santander la fecha sobre la que se trabaja es el lunes 15 de junio. Las playas de Santander estarán entonces preparadas para recibir a los bañistas en cuanto al servicio de Salvamento y Socorrismo y las distintas medidas precisas y apuntadas en el Boletín Oficial del Estado del 16 de mayo.
En principio las fechas oficiales son el 1, 6, 7 13 y 14 de junio y posteriormente los dias 19, 20, 26 y 27 de septiembre. Y de forma ininterrumpida desde el lunes 15 de junio hasta el martes 15 de septiembre. Todas las fechas quedan en el aire dadas las circunstancias, debido a que se depende de la evolución de la pandemia.
El bañista contará con el servicio de Salvamento y Socorrismo, porque la Casa Consistorial santanderina baraja la posibilidad de licitar un concurso con carácter de urgencia, o bien que es la posibilidad que estudian los servicios jurídicos, que se produzca una ampliación del servicio para la Cruz Roja, que es quien gestionó las playas la temporada pasada.
No obstante, el aspecto que más preocupa al Ayuntamiento de Santander, es cómo acotar el espacio de arenal para los bañistas. Hay varias ideas sobre la mesa de trabajo y todas ellas se ciñen a las medidas de seguridad, higiene y distanciamiento social y personal exigidas. Desde la instalación de unas estacas de madera con unas cintas separatorias, creación de murillos de arena o alternar dichas medidas. Lo que sí parece claro es que esas medidas no podrán ser aplicadas en la totalidad de las playas de la ciudad por imposibilidad técnica. Quienes trabajan sobre el tema de las playas también están preparados para abrir o no permitir el acceso allí donde se preciso. Otra de las variantes contempladas desde el Ayuntamiento capitalino es que si en las provincias limítrofes con Cantabria como son Palencia y Burgos, no pueden salir de sus límites territoriales, la afluencia de bañistas será menor. Eso ayudaría a crear espacio y situaría a las playas de Santander, en cuanto a número de bañistas, como en una primera quincena de septiembre.
Acerca de La Nueva Playa de San Martín o La Fenómeno en Santander que se encuentra entre el Instituto Español de Oceanografía y la Playa de Peligros, es un área sobre el que no trabajará el servicio de Cruz Roja, como en años anteriores, porque, según apunta Cruz Roja, es competencia de la Autoridad Portuaria.
Cantabria ha solicitado el paso a la fase 2 de la desescalada, prevista para el 25 de mayo, y una serie de medidas específicas en función del tamaño de los municipios que supondrían un adelanto de lo previsto para la fase 3.
La fase 2 de la desescalada traerá una mayor flexibilización del confinamiento, porque se podrán organizar reuniones de hasta veinte personas, hacer deporte en un amplio horario y disfrutar de piscinas y playas… aunque con muchas limitaciones.
PISCINAS Y PLAYAS, SEGÚN EL BOE DEL 16 DE MAYO
Se pueden abrir al público las piscinas recreativas siempre que se mantenga el aforo máximo de un 30% de la capacidad de la instalación y se haga con cita previa. La limpieza debe llevarse a cabo al menos tres veces al día y no se podrá hacer uso de las duchas ni de las fuentes de agua. De igual manera, se puede acceder a las playas y bañarse en ellas. Así, se indica que el tránsito y permanencia en los arenales se realizará manteniendo una distancia mínima de seguridad de, al menos, dos metros, o, en su defecto, medidas alternativas de protección física, de higiene de manos y etiqueta respiratoria. A estos efectos, los grupos deberían ser de un máximo de quince personas, excepto en el caso de personas convivientes.
Asimismo, se permite la práctica de actividades deportivas, profesionales o de recreo, siempre que se puedan desarrollar individualmente y sin contacto físico, permitiendo mantener una distancia mínima de dos metros entre los participantes.
USO DE LAS PLAYAS SEGÚN EL BOE 16 DEL MAYO
En todo caso, deberán respetarse las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias para la prevención del COVID-19, y, en particular, las relativas al mantenimiento de una distancia mínima de seguridad de, al menos, dos metros, o, en su defecto, medidas alternativas de protección física, de higiene de manos y etiqueta respiratoria. A estos efectos, los grupos deberían ser de un máximo de quince personas, excepto en el caso de personas convivientes.
Se recordará a los usuarios por medios de cartelería visible o mensajes de megafonía las normas de higiene y prevención a observar, señalando la necesidad de abandonar la instalación ante cualquier síntoma compatible con el COVID-19.
En las zonas de estancia de los usuarios, se debe establecer una distribución espacial para garantizar la distancia de seguridad de al menos dos metros entre los usuarios mediante señales en el suelo limitando los espacios. Todos los objetos personales, como toallas, deben permanecer dentro del perímetro de seguridad de dos metros establecido, evitando contacto con el resto de usuarios.
El uso y limpieza de los aseos: Cuando de acuerdo con lo previsto en esta orden – BOE 176 DE MAYO- el uso de los aseos esté permitido por clientes, visitantes o usuarios, su ocupación máxima será de una persona, salvo en aquellos supuestos de personas que puedan precisar asistencia, en cuyo caso también se permitirá la utilización por su acompañante. Deberá reforzarse la limpieza y desinfección de los referidos aseos garantizando siempre el estado de salubridad e higiene de los mismos. Asimismo, se deberá verificar que, en todo momento, estén dotados de jabón y/ o geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad.
No se podrá hacer uso de las duchas de los vestuarios ni de las fuentes de agua.
Los bañistas deberán hacer un uso responsable de la playa, tanto desde el punto de vista medioambiental como sanitario, cumpliendo para ello con las recomendaciones y normas establecidas por las autoridades sanitarias. Asimismo, se permite la práctica de actividades deportivas, profesionales o de recreo, siempre que se puedan desarrollar individualmente y sin contacto físico, permitiendo mantener una distancia mínima de dos metros entre los participantes.