La consejera de Sanidad, Luisa Real, ha mostrado su apoyo al Programa de Prevención Integral de la Obesidad (PPIO) promovido por el Ayuntamiento de Camargo y la Asociación de Enfermos Trasplantados Hepáticos de Cantabria (AETHCAC).
Se trata de un «ambicioso plan» para prevenir la obesidad en la población general y especialmente en niños, adolescentes y en los colectivos con mayor riesgo de desarrollar patologías asociadas al sobrepeso como los pacientes trasplantados hepáticos, ha informado el Gobierno en nota de prensa.
La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, y la presidenta y secretaria de la asociación, Ana María Rumayor y María Paz Seco, respectivamente. han presentado este plan hoy a la titular de Sanidad, en un encuentro en el que han estado también presentes el gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Benigno Caviedes, y la técnica del consistorio camargués, Beatriz Morán.
Según el Gobierno, esta iniciativa «está en consonancia» con los objetivos establecidos por la Consejería de Sanidad en la estrategia de cronicidad, que trata de «empoderar» a los pacientes y hacerles responsables de sus propios cuidados en salud.
La prevención del sobrepeso, la obesidad y los riesgos asociados tiene que estar el centro de la diana porque su prevalencia, ha dicho Real, convierte a estos factores en un importante problema de salud en nuestra sociedad, que va camino de adquirir proporciones epidémicas si no se pone remedio.
El Programa PPIO se ha diseñado en varias fases de ejecución y parte de un diagnóstico general del estado de salud de la población para, tras un análisis de datos objetivos sobre población afectada de sobrepeso y obesidad, abordar la prevención con propuestas de formación nutricional, control de valores corporales, manejo de la ansiedad y otras patologías psíquicas asociadas o la creación de grupos de autoayuda y rutinas físicas.
En el marco de esta iniciativa también se prevé realizar actividades de sensibilización sobre la multiplicidad de patologías directa o indirectamente asociadas a la obesidad, especialmente aquellas de peor pronóstico como las hepáticas, pancreáticas o endocrinas.