Un 34,9% de la población española de entre 16 y 34 años vive emancipada, lo que implica que el 65,1% restante de los jóvenes no ha abandonado aún el hogar parental. Según advierte Fundación BBVA a partir de los datos publicados este martes de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2018, este porcentaje es 7 puntos superior al de hace 10 años, cuando comenzó la crisis económica.
La entidad señala que, no obstante, el porcentaje de jóvenes emancipados difiere por grupos de edad: es muy reducido en la población menor de 25 años (el 1,2% para los jóvenes entre 16 y 19 años y el 10% para la población entre 20 y 24 años); del 40,8% en los jóvenes de edad entre 25 y 29 años; y del 71,4% en los que tienen entre 30 y 34 años.
La caída en la tasa de emancipación de la población joven en España se ha producido con mayor intensidad en la población entre 20 y 29 años como consecuencia, según Fundación BBVA, de la crisis económica, «que ha supuesto una reducción de las oportunidades laborales de aquellos que accedían por primera vez al mercado de trabajo y una caída de los salarios y de la capacidad adquisitiva de este colectivo».
Según los datos de la EPA, la tasa de emancipación es mayor en aquellos jóvenes que trabajan (51,4%) frente a aquellos que se encuentran en situación de desempleo (31,7%) o de inactividad (12,1%).
Además, el porcentaje de jóvenes que han abandonado el hogar familiar difiere en función de la mayor o menor estabilidad en el empleo: la tasa de emancipación de los jóvenes asalariados con contrato indefinido asciende al 62% en 2018, mientras que este porcentaje se reduce al 36,8% en los jóvenes asalariados con contrato temporal.
También el nivel de estudios alcanzado es una variable determinante de la tasa de emancipación de los jóvenes. Teniendo en cuenta tanto a los que siguen cursando estudios reglados como los que no, se observa que la tasa de emancipación es mayor en los jóvenes que tienen estudios superiores (FP de Grado Superior y Universitarios, 43,7% y 47,2%, respectivamente).
Sin embargo, la tasa de emancipación de los jóvenes que han alcanzado como máximo los estudios obligatorios o de FP de Grado Medio es del 31,6% y 40,2%, respectivamente, mayor que la de aquellos con estudios de Bachillerato. «En términos generales, los jóvenes españoles esperan a finalizar sus estudios para independizarse, pues únicamente el 8% de los jóvenes que cursa formación reglada está emancipado», indica Fundación BBVA.
Otro dato que aporta la entidad bancaria es que en la actualidad casi el 60% de los hogares sustentados por jóvenes de entre 16 y 34 años son en régimen de alquiler o cedida por algún familiar. Una situación que difiere sustancialmente de la anterior a la crisis cuando el 60,5% de los hogares jóvenes disponían de vivienda en propiedad con o sin préstamo o hipoteca en curso.
«Si bien los factores culturales pueden influir en el retraso de la edad de emancipación, las oportunidades laborales, la calidad del empleo, la formación y las posibilidades de acceso al mercado de la vivienda juegan un papel importante en la decisión de los jóvenes de abandonar el hogar familiar», apunta la Fundación.
Por ello, considera «fundamental» que las políticas públicas estén dirigidas a fomentar la formación de los jóvenes, favorecer la inserción de los mismos en el mercado de trabajo y potenciar la calidad del empleo juvenil mediante el aumento de la estabilidad laboral y la mejora de las condiciones laborales y salariales de los jóvenes, con el fin de lograr una mayor independencia residencial y económica del hogar familiar.
Todo ello debe complementarse, según la entidad, con medidas y actuaciones que favorezcan el acceso a la vivienda a la población joven tanto en régimen de propiedad (viviendas protegidas) como en alquiler.