El Ayuntamiento de Santander ha sido el encargado de derribar una antigua nave ubicada en la calle General Dávila 156 que previamente había sido declarada en situación de ruina. El Consistorio ha ejecutado los trabajos de forma subsidiaria y repercutirá los costes posteriormente a los propietarios.
Según ha indicado en un comunicado el Ayuntamiento, la construcción, que data del año 1932, presentaba importantes daños que impedían su recuperación.
La nave, destinada en su día a taller mecánico, constaba de una sola planta de unos 270 metros cuadrados. Estaba construida a base de muros de carga de composición variada, principalmente bloque de hormigón y ladrillo, y estructura mixta de madera y metálica.
Según los informes técnicos, el inmueble se encontraba en un estado prolongado de abandono, el 75% de la cubierta se había desplomado y el resto de elementos constructivos mostraban también signos de obsolescencia.
Así, las vigas tenían evidentes signos de pudrición, en las fachadas había grietas y materiales desprendidos, y en los tabiques interiores se apreciaban también grietas, sin que existiera posibilidad de recuperar el edificio sin una reconstrucción completa.
El concejal de Fomento, Movilidad Sostenible y Vivienda, César Díaz, ha señalado que estas actuaciones forman parte de la labor de control del Consistorio para garantizar que los propietarios cumplen con el deber de conservación de los edificios en buen estado con el fin último de garantizar la seguridad.
En este sentido, ha remarcado que esta labor se complementa además con ayudas y bonificaciones para facilitar la conservación y mejora de inmuebles.