El Ayuntamiento de Santander ha derribado una edificación ubicada en el número 11 de la calle Foramontanos, que previamente había sido declarada en situación de ruina.
Los trabajos se han ejecutado de forma subsidiaria y los gastos se repercutirán posteriormente a los propietarios.
Se trata de una edificación de carácter unifamiliar, con un almacén adosado, ubicada en una parcela de 1.245 metros cuadrados, que se encontraba en estado de «abandono total», con daños en las fachadas y en la cubierta que afectaban a elementos estructurales del inmueble.
El Ayuntamiento se ha hecho cargo de los trabajos de demolición, después de que los propietarios hayan «incumplido» los plazos para iniciarla.
La edificación, que contaba con una superficie construida de 91 metros cuadrados en las áreas destinadas en su día a vivienda y 101 metros de almacén, tenía todas las ventanas y huecos de fachada tapiados con ladrillo.
Según los informes de los técnicos municipales, la construcción presentaba «desconchones y grietas en la fachada y la cubierta había colapsado favoreciendo la entrada de agua y aves».
Además, por su consideración urbanística, se encontraba en situación de fuera de ordenación, lo que ha impedido la recuperación del inmueble, ya que los trabajos necesarios para ello superarían los permitidos por la Ley del Suelo en estos casos.