Cantábrica del Zinc (ZINCA), concesionaria del permiso de investigación Salía, ya finalizado, y a la que el Gobierno de Cantabria ha denegado la prórroga solicitada, ha afirmado que el yacimiento se ha mostrado «mucho más complejo de lo inicialmente calculado», lo que obliga a «una reformulación de calendarios y planteamientos».
El permiso Salía abarca 120 cuadrículas mineras en los municipios de Reocín, Cartes, Suances, Santillana del Mar, Mazcuerras y Torrelavega. El pasado 24 de enero finalizó el plazo de 13 meses propuesto por ZINCA -sociedad formada por la empresa canadiense Emérita Resources, la española Aldesa, y otros socios minoritarios-,
El consejero de Industria, Francisco Martín, anunció el lunes en el Pleno del Parlamento que el Gobierno de Cantabria volverá a sacar a concurso estas 120 cuadrículas mineras una vez denegada la prórroga a ZINCA por «incumplimiento de las obligaciones concesionales».
Según explicó, a la fecha de vencimiento de la concesión se habían ejecutado tan sólo seis sondeos de los 125 previstos, y 1,2 millones de los 17 millones de inversión comprometidos.
ZINCA ha salido al paso a través de un comunicado de prensa en el que explica que los resultados que ha obtenido en el último año en los sondeos del permiso Salia, «no concuerdan» con los datos que en su día aseveró Asturiana de Zinc (AZSA) y que obran en la Escuela de Ingeniería de Minas de la Universidad de Cantabria en Torrelavega.
Según precisa, «solo uno» de los sondeos de ZINCA aportó «un porcentaje nítidamente positivo de zinc», lo que revela -añade- que «la complejidad del yacimiento es superior a la que en principio se previó» a partir de los datos históricos de AZSA, en cuyos mismos emplazamientos comenzó ZINCA sus labores de investigación minera.
ZINCA se considera «orgullosa» de haber realizado «un esfuerzo de cerca de dos millones de euros» en la exploración del yacimiento y recalca que, de todas las compañías que acudieron a la convocatoria del Gobierno de Cantabria para las iniciativas mineras, ZINCA ha sido «la única que ha abierto una sede local permanente (oficina en Torrelavega) y que ha realizado operaciones geológicas efectivas, realizando catas de cientos de metros de profundidad».
En su opinión, «el compromiso de la compañía está fuera de toda duda«, aunque la realidad de la investigación ha demostrado que ésta «debería ser más amplia en el tiempo -de ahí que se solicitase la prórroga- y que las estimaciones originales deberían modularse de acuerdo con la nueva información adquirida en 2019».
ZINCA agradece a los ayuntamientos de la zona su «agilidad» a la hora de tramitar los permisos necesarios para la exploración, y también destaca la colaboración de los vecinos, «que han facilitado la ocupación de sus fincas con un espíritu constructivo, al percibir la trascendencia económica y social de la investigación».
ZINCA considera «muy comprensible» que el Gobierno de Cantabria desee mantener su apuesta por la recuperación de la minería del zinc en la comarca, y puntualiza que el hecho de que el yacimiento «se haya mostrado mucho más complejo de lo inicialmente calculado, y que por ello necesite planteamientos y tiempos de investigación reformulados, no significa que no exista la posibilidad de una futura
explotación».
«Esto solo podrá determinarse a través de campañas de exploración de más amplitud, que permitan un conocimiento mucho más exacto del terreno», concluye.